Blind Stare: Symphony Of Delusions

Muchos opinan que a veces los discos nos entran más por los ojos que por los
oídos. A veces ese “artwork” recurrente o esa portada lograda pueden salvar
el compacto de la quema absoluta. En muchas ocasiones nos sentimos tentados
de comprar un disco simplemente porque la tapa es tan impresionante que pensamos:
“esto no puede ser malo”.

Pues bien, con este trabajo pasa todo lo contrario. Viendo la portada no pude
reprimir ese juicio preliminar tan odioso y soltar un: “a saber que es esto…”.
Pero la sorpresa fue muy grata.

Con este disco debut “Symphony Of Delusions” descubrimos a “Blind Stare”, el
nuevo fichaje de Arise. ¡Y vaya fichaje! Se trata de un grupo finlandés que
practica ese, tan de moda ahora, “black melódico” que, aunque beba por momentos
de bandas compatriotas como “Ensiferum” o “Children Of Bodom” así como de los
consagrados “Dimmu Borgir”, es fresco, variado y nuevo.

Encontramos ritmos muy logrados a la par que variados, cada canción suena diferente
a la anterior, se nota que han sido estudiadas, pensadas, y que los chicos no
se han limitado a llenar espacio a base de paja.

Los teclados, uno de los puntos fuertes del disco, están ejecutados con una
delicadez admirable y aunque no sean muy originales en cuanto a composición
han sido puestos en los momentos justos, sin agobiar, sin hacer solos quilométricos
o pasajes instrumentales aburridos. Ningún instrumento se come a los demás,
se trata de un equilibro muy logrado.

Y es que el disco, en el aspecto compositivo, al menos, ha sido tratado a conciencia.

Otro de los puntos fuertes son las voces. El conjunto combina voces de todo
tipo: guturales, limpias, distorsionadas… se trata de un pequeño despunte de
originalidad que, aunque ya se haya hecho con anterioridad, es un recurso que
vemos, al menos bien ejecutado, pocas veces.

Y es que el disco es muy bueno, lástima que falle en detalles como el “artwork”
o las letras que, aunque quizá no sean tan importantes como el contenido musical,
pueden hacernos decidir a la hora de comprar el disco o no.

Como se ha mencionado antes el grupo juega muy bien con los tiempos de las
canciones y gracias a esto encontramos, tanto temas con ritmos diferentes en
el conjunto del disco, como cambios de ritmo en cada canción por separado. Faltaría
un tema lento para ver la progresión al completo, aún así la caña de este grupo
no agobia en absoluto.

El disco no baja, en cuanto a calidad, en ningún momento. Todos los temas están
colgados del alto listón marcado, cosa que se agradece. Debido a esto cualquier
recomendación o tema a destacar queda necesariamente en una recomendación objetiva
y personal, el tema final a medio tiempo “Thornhearts” más dramático quizá,
o la potente “An Insane’s Diary pt. II”, que es quizá el tema más remitente
a “Dimmu Borgir”, son dos de las puntas del Iceberg que más destacan, debajo
de las cuales se encuentra un gran bloque de buena música y calidad.

Esperemos verles en lo más alto en un futuro próximo.