Place Vendome: Streets Of Fire

“Siempre lo hago a mi manera. No creo en las voces donde los cantantes son sólo marionetas de otras personas. Eso lo convertiría en algo muy estático y poco convincente para mis oídos. El cantante siempre tiene que ser él mismo. Si alguien me quiere para que cante en una canción y acepto, entonces la “kiskelizo”. – Michael Kiske.

Desde que Michael Kiske abandonara HELLOWEEN, y entrara en una dinámica donde primaba, según sus propias palabras, la libre creatividad por encima de todo, los fans del heavy-metal han mantenido con el vocalista una relación amor-odio como pocas. Amor, porque aunque reniegue del heavy metal (bueno, maticemos “mi problema con el heavy metal es su carácter dogmático”), es capaz de soltar un par de pinceladas a modo de colaboración en, por ejemplo, AVANTASIA o MASTERPLAN, y seguir demostrando y recordándonos que su voz ha creado escuela en la escena. Y odio, porque muchos de esos fans ven con impotencia que podría seguir haciéndolo; amén de esas declaraciones que muchos siguen sin tolerar aunque Kiske, como músico, mantiene firme y con argumentos más o menos lógicos y razonables.

A medio camino se queda su aventura con PLACE VENDOME. Muchos recordarán sus declaraciones en contra de Serafino Perugino, director de la discográfica italiana Frontiers, que al parecer endureció musicalmente los temas ya grabados por Kiske en los estudios de Dennis Ward (PINK CREAM 69). Y muchos también se preguntarán porque ha repetido a pesar de ese “engaño”. Bien, la razón ya la expone en el encabezado de esta reseña. Pero cabe recordar que al seguidor del vocalista o de la música sin encorsetamientos previos, poco le importa estos rifirrafes. La música es sólo música.

El disco debut y homónimo de PLACE VENDOME era una buena muestra de AOR básicamente, con algún que otro tinte metálico o propio del hard rock por aquí y por allá, pero en resumen, era la perfecta conjunción de una voz soberbia y de unas composiciones a la altura. Dejemos a las etiquetas fuera por un momento. Se esperaba una continuación, y así ha sido. A diferencia de la primera entrega, no ha sido sólo Ward el cerebro compositor, ya que el ochenta por ciento de la composición de este álbum ha recaído en Torsti Spoof (LEVERAGE), Ronny Milianowicz (SAINT DEAMON), Robert Sall (WORK OF ART) y Magnus Karlsson (BOB CATLEY, ALLEN-LANDE, STARBREAKER, PRIMAL FEAR). Eso ofrece un resultado mucho más rico y variado que su estreno.

Con el tema título “Streets Of Fire”, uno deja atrás todas las declaraciones cruzadas y se rinde a ese soberbio estribillo que se retiene a la primera. Goza de cierto empuje de guitarras, solo inclusive, y ese halo hard-melódico tan propio del sueco Karlsson. Al igual que “My Guardian Angel”, que aunque menos acelerada, es carne de single por su estribillo como si de una popular banda del género se tratara y no de un mero proyecto. Con cierta crudeza y garra en las guitarras, nos topamos también con “Dancer” y con “Set Me Free”. En cambio, “A Scene In Reply” destaca por esa aureola épica-melódica que rompe un poco con las directrices del álbum, pero que a la vez complementa.

A estas alturas, sobra decir que las interpretaciones de Kiske son magistrales. Se desenvuelve bien en temas más edulcorados como “Completely Breathless” (soberbia, emocional, de cátedra), “Believer”, “Valerie (The Truth Is In Your Eyes)” o “Changes”; más en el marco del AOR, pero con todos los ingredientes necesarios que te hace saborear cada nota. Incluso hay algún que otro corte, como “Surrender Your Soul”, que te hace pensar en muchas bandas americanas de los 80. Pero si hay algún tema en el que el vocalista alemán nos deja anonadados es en el cierre con “I»d Die For Your”. Falsa balada de corte épico, con variación de ritmos y tempos y arropada de excelentes coros, donde Kiske, bajo unos parámetros musicales sobresalientes, da el do de pecho en cada estrofa mostrando su lado más sensible.

No hay que olvidar que esta segunda entrega de PLACE VENDOME no es sólo Michael Kiske. Si estas composiciones, todas ellas de gran calidad y categoría, no llegaran a estar a la altura, poco o nada tenía que hacer el vocalista, aunque su voz haga destacar las bondades del tema más insípido e insulso (¿SUPARED?). Y no es el caso. 12 temas, 12 grandes estribillos, 12 canciones con unas enormes líneas melódicas, 12 posibles singles…12 grandes temas.

Después de escuchar “Streets Of Fire”, y de disfrutarlo, te llega a importar bien poco las declaraciones de unos, los tejemanejes de otros, y los prejuicios de todos los demás. ¿Tercera entrega? Se recibirá con los brazos abiertos.