De La Cruz: Street Level

El éxito de grupos como Crashdïet y sobretodo Hardcore Superstar ha provocado y provocará que imitadores y agrupaciones similares aparezcan hasta de debajo de las piedras. Estos De la Cruz son el ejemplo perfecto de ello; y provienen de latitudes australes. Ya poseían un EP con rastros a Def Leppard, pero esta vez han tirado más hacia lo macarra  y sucio, consiguiendo un álbum que tributa a Mötley Crüe pero con un sonido puesto al día. La banda le da mucha cancha a lo visual, tanto como los Crashdïet, así que podemos ver perfectamente que saben bien lo que hacen. No hablaremos nunca de un mal disco, pero evidentemente la originalidad es cero, y en cada corte puedes jugar a ver a quién quieren sonar.

“Legions of Love” parece un tributo a los Leppard, tanto en el desarrollo como sobretodo en los coros. La producción es sucia a lo Buckcherry, pero si te gusta el hard-sleazy puede que les veas su gracia. Si no hubiera tantas bandas haciendo lo mismo… Roxxi Catalano tiene una voz rasgada y aguda que casa a la perfección con el estilo del grupo. “Street Level” es el mejor ejemplo de cómo las gastan. Estribillos pegadizos, protagonismo de guitarras y una base rítmica contundente. Casey Jones y Rory Jones forman un buen binomio a las seis cuerdas. “Cherry Bomb” es el single claro, con un riff de manual y todos los ingredientes esenciales puestos en fila. Pero es innegable que la cosa funciona, incluso con unos coros más accesibles y menos macarras. Quizá lo mejor de este trabajo esté en la pegadiza “Girls Go Wild”, absolutamente Crüe, y con la muy lograda “Turn It Up”. Posee el estribillo del disco.

Uno de los puntos fuertes de la banda es la variedad, y con “Dreaming” consiguen romper otra vez el ritmo y ofrecernos un tema delicioso, sumamente conseguido. Uno de esos estribillos que quedan en tu mente y rematado por unos coros envolventes. No sé si será por el título, pero me viene a la mente los Van Halen de la era Sammy Haggar. “Invencible” va in crescendo y de la oscuridad transitamos hasta los terrenos sleazy con ese toque melódico y 100% Def Leppard. Los tópicos y el aura macarra comandan “Worlds Collide”. Esta misma agresividad continua en “Sex”, de letra tópica. En ambos temas destaca sobretodo la gran labor de las guitarras, incendiarias y muy trabajadas. Terminan manteniendo bien el tipo con la correcta “Set the Night” y con “Shine”. En esta demuestran que las baladas no es lo que mejor se les da a esta gente.

No cambiarán la historia ni tampoco van a arrasar, pero es un muy buen disco de hard-sleazy. Suena fresco a pesar de lo saturado que está el mercado con este estilo. Tienen muy buenos momentos y hay temas que justifican su escucha, pero para muchos va a ser la copia, de la copia, de la copia… Catalano es un gran cantante y en taeas de composición cabe reconocer que el grupo lo lleva más que bien. A eso batería y bajo cumplen para que las guitarras le pongan el resto. Todo funciona pero el disco no está a la altura de, por ejemplo, el disco debut de Crashdïet. Queda apuntado su nombre y esperemos que continúen esta senda. Queda demostrado que en Australia no todo tiene que sonar a Rose Tattoo ni a AC/DC.