Cacophony: SPEED METAL SYMPHONY

En cualquier sección de clásicos que se precie, discos como este “Speed metal
symphony” de los añorados CACOPHONY no puede faltar.

Quizás a muchos este nombre os deje completamente indiferentes, pero si hablamos
de sus dos guitarristas la cosa cambia, ¿Os suenan Marty Friedman y Jason Becker?

Ambos, a parte de sus dilatadas y fructíferas carreras en solitario, estuvieron
en bandas de mayor renombre, Marty durante casi una década con los recientemente
“difuntos” MEGADETH y Jason con la banda del eterno ex VAN HALEN, DAVID LEE
ROTH en aquel disco juerguista y cachondo del  91, “A little ain’t enough”.

La duración de CACOPHONY como banda fue corta pero intensa, tan solo publicaron
un par de Lps, este “Speed metal symphony” en 1987 y el posterior ( y a mi gusto
bastante más flojo ) “Go off!” en 1988, poco antes de que su majestad Mr. Dave
Mustaine, tras ser abandonado por su guitarrista Jeff Young, reclutara a Marty
Friedman  para sus MEGADETH.

Nunca la elección del nombre de un grupo y un lp fue tan apropiada como en
este caso: Escuchando las intrincadas tesituras de guitarra que salen de las
manos de Jason y Marty, uno ya se percata de la magnitud de semejante CACOFONÍA.
Virtuosismo, elegancia, complejidad, y porqué no, cacofonía… se funden magistralmente
creando una de las mayores joyas del legado metálico de todos los tiempos.

Si bien hemos visto que la elección del nombre de la banda es de lo más apropiada,
que me decís  del título de este lp, ¡¡¡“Speed metal symphony”!!! ¡¡Le va como
anillo al dedo!!:

< Speed metal > porque, evidentemente, lo suyo no era el AOR ( con todos
mis respetos ), sino más bien metal veloz y potente, y < symphony > porque
la influencia neoclásica de gente como YNGWIE MALMSTEEN, VINNIE MOORE o los
compositores clásicos se hace notoria en cada una de las notas que sus guitarras
desprenden. La cantidad de arpegios imposibles, escalas y armonías neoclásicas,
melodías cuatriplicadas…sentaron cátedra en su día elevando a la categoría de
semidioses a sus progenitores, Jason Becker y Marty Friedman.

Entrando de pleno en el contenido de este disco, nos encontramos con “Savage”,
tema que abre el lp, con una pequeña intro donde ambos guitarristas se marcan
un solo a dos guitarras de infarto, evidenciando por donde van a ir los tiros
en los minutos siguientes.

 El disco prosigue con “Where my fortune lies”, uno de los cortes más tralleros
de este “speed metal symphony”, donde dejan un poco de lado la cacofonía guitarrera
para crear un himno donde la voz de Peter Marino se luce, con un gran estribillo
por cierto.

Acto seguido nos encontramos con la primera JOYA con mayúsculas, “The ninja”,
título bastante hortera para un tema que posee una de las intros de guitarra
más memorables que yo recuerde.  Horas me he tirado  delante de la maldita partitura
para llegar a descifrar los 2 primeros minutos del tema en cuestión, una auténtica
gozada auditiva.

Con la siguiente, “Concerto”, llegamos al clímax del lp, lo mejor de todo el
disco sin lugar a duda, una fenomenal instrumental de unos 5 minutos donde Jason
y Marty tiran la casa por la ventana “guitarrísticamente” hablando.

El disco transcurre y nos encontramos con dos temas más, “Burn the ground”
y “Desert Island”, de las más flojitas a mi modo de ver, pero que para nada
desentonan con la tónica general del album.

Y ya para terminar a lo grande, la otra gran joya del disco, “Speed metal Symphony”,
toda una pieza instrumental de casi 10 minutos de duración donde los dos hachas
dan una lección magistral de cómo se toca la guitarra poniendo en práctica todo
lo que habíamos comentado antes, cacofonía en estado puro señores, si prestáis
atención veréis que por momentos llegan a sonar 4 o incluso 5 guitarras a la
vez!!

A modo de curiosidad, me gustaría remarcar el paradero de estos dos genios:
Marty Friedman actualmente está involucrado en proyectos que poco o nada tienen
que ver con el metal, ni siquiera con el rock, por lo visto movidas electrónicas
y todo eso…

Peor suerte ha corrido Jason Becker a quien se le diagnosticó hace unos 13
años el mal de Lou Gehrig, una enfermedad que va inmovilizando el cuerpo poco
a poco hasta dejarlo totalmente paralítico.

Bueno, tras toda esta parrafada, espero que los que hayan llegado hasta el
final y no tengan este lp se hagan con una copia de él porque realmente vale
la pena, si sois guitarristas supongo que el nombre M.Friedman y J.Becker no
os sonará a nuevo, si por el contrario no os dicen nada, es que todavía os falta
mucho por aprender.