Marillion: Sounds That Can’t Be Made
Cuando la inspiración se vuelve una costumbre, nada coge por sorpresa. Y si MARILLION abren un nuevo álbum con una monumental “Gaza”, donde aprovechan su largo metraje para dar cabida a su sello personal ornándolo con grandes dosis de innovación y sonido modernizado tras décadas en esto de la música, lo dicho, no sorprende. Hay que reconocerles el mérito, eso siempre, pero cuando tratamos con genios que ya no tienen que demostrar nada a nadie, todo se reduce a disfrutar de una nueva entrega. De saborear un plato que ya has probado cientos de veces, pero que nunca termina de hartar.
Y si MARILLION hace años que dejaron claro que no tienen fisuras en el buen hacer de sus canciones por regla general, mirándolo de forma particular, Steve Rothery sigue dejando patente que sus melodías y sus solos de guitarras surgen de un pozo sin fondo. Sí; de nuevo tendríamos que hablar de inspiración y de la carencia de límites de ella. Aunque en esta ocasión, hayamos tenido que esperar un poco más de lo habitual; cuatro años desde aquel magnífico y doble "Happiness Is The Road".
Confiesan que no han variado su sistema habitual en el proceso creativo. Cinco mentes se unen en una habitación, y con tan solo dar rienda suelta a sus ideas, pueden montar temas del calibre de la también extensa “Montreal” o la propia “Sounds That Can’t Be Made”. Ambas categóricas dentro de un trabajo en el que se nota que, como siempre, se han esforzado al máximo alejándose del conformismo. Y si de nuevo nombramos la palabra innovación, no podríamos dejar de lado “Power” o "Lucky Man". Y es que los británicos no son ajenos a los sonidos actuales y les gusta rejuvenecer sus viejos trajes para volverlos sacar a lucir.
Sin duda, con “Marbles” iniciaron otra etapa en la banda. Una segunda (o tercera, o cuarta, según se mire) juventud donde el protagonismo de Steve Hogarth ya no molesta tanto a los fieles defensores de Fish, que vuelven a comprobar en este trabajo que en cortes como “Pour My Love”, las interpretaciones del vocalista son irresistibles. Y más cuando se hace acompañar de piano como en “Invisible Ink” o la épica “The Sky Above The Rain”, que arropado por el resto de sus experimentados compañeros hacen de MARILLION un todo perfecto.
En grupos con una trayectoria tan larga, las comparaciones con el resto de su amplio catálogo salen de forma automática. Ajeno a todo ello, “Sounds That Can’t Be Made” es otro gran trabajo de los de Aylesbury, que además de poseer posiblemente una de sus canciones más trascendentes de los últimos años, la citada “Gaza” (tanto musical, como líricamente, al abordar de forma valiente el siempre actual y triste conflicto palestino), se completa con una serie de cortes que es un homenaje a la música fuera de etiquetas guiadas por un constante leitmotiv: la inspiración.
Satur Romero (satur@themetalcircus.com)
Grupo:Marillion
Discográfica:Ear Music
Puntuación:8.5
Canciones:
- Gaza
- Sounds That Can’t Be Made
- Pour My Love
- Power
- Montreal
- Invisible Ink
- Lucky Man
- The Sky Above the Rain
Año:2012
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