Anthrax: Sound Of White Noise
Nunca podré ocultar mi debilidad
por Anthrax. Para mí fueron una de esas formaciones que marcaron un antes y
un después en el mundo del metal, uno de esos grupos clave que atesoramos junto
con bastiones del buen rock duro como Led Zeppelin o AC/DC; como Scorpions o
Judas Priest. No es exagerado incluir a los neoyorquinos Anthrax en un hipotético
listado de las diez mejores bandas de metal de todos los tiempos.
Sí, es cierto, de su época tenemos a grupos como
Metallica o Slayer; pero Metallica se vendieron hace mucho tiempo; y Slayer,
aunque merecen todos mis respetos y han editado discos anodadantes, son víctimas
de cierto estancamiento, de una esclerosis artística que siempre ha sido ajena
a Anthrax.
De modo que mientras Tom Araya y sus chicos llevan
más o menos veinte años con el mismo discurso (repito que muy respetable, algo
que no se puede decir de Metallica), los chavales de Anthrax siempre fueron
algo fuera de lo común, una banda que exploraba donde otros se hubieran quedado
en la repetición de meros clichés.
Es cierto: en los años ochenta, Anthrax publicaron
discos que alcanzaron cotas de ventas millonarias. Habían empezado muy humildemente
con discos como “Fistful of Metal” o “Armed And Dangerous”, pero lo cierto es
que a partir de “Among The Living” y durante los dos discos siguientes, “State
of Euphoria” y “Persistence of time”, Anthrax asaltaron las listas de éxito
americanas y europeas y se convirtieron en todo un fenómeno de masas.
Anthrax no eran solo una banda de thrash metal,
eran mucho más, pero la falta de referentes para una música que carecía de parangón
posible en el universo metálico de aquellos años (y en el presente también),
hizo que los periodistas musicales se apresuraran a vincularlos a la etiqueta
thrash metal para, quizá, tener al menos una palabra con la que definir el extraño
estilo de un grupo que parecía imbricar los hallazgos sonoros del hard rock
de Deep Purple, el havy metal de Judas Priest, el thrash metal de Megadeth y
el noise rock de Sonic Youth.
En este contexto, “Sound of White Noise” es un disco
distinto. Por lo pronto, el vocalista que les había acompañado en su escalada
al éxito, Joe Belladona, había abandonado el barco para introducirse en una
carrera en solitario que dio como resultado dos discos bastante flojos. Belladona
era una máquina a la voz, y para sustituirlo Scott Ian echó mano de John Bush,
un hombre que procedía de otra gran banda olvidada, Armored Saint, un grupo
donde militaba otro artista de cuidado, el bajista Joey Vera ( que acabó tocando
con Fates Warning, pero esa es otra historia).
El caso es que con Bush a la voz Anthrax iniciaron
un periodo de su carrera que para muchos es el más oscuro, pero para un servidor
constituye la sagrada trinidad del metal elaborado en los años noventa, sobre
todo en la primera mitad de la década, cuando el fenómeno del grunge y del rock
alternativo parecía que iba a acabar con cualquier rastro de música heavy.
Anthrax supieron mantener el tipo, grabaron este
disco, que se habría de convertir en el más conseguido de toda su historia,
y eso, en un grupo del currículo de Anthrax, es mucho decir. Temas como Potters
Field, 1000 Points Of Hate o Room For One More, nos presentaban a un grupo en
pie de guerra, con ganas de liarla, vamos, de demostrar que se salían por la
tangente, que se escapaban del estrecho redil del thrash metal, una corriente
que agonizó en pocos meses como fenómeno de masas. El disco es una perpetua
llamada de atención hacia unos artistas que nunca recibieron la atención que
se merecían.
Ahora todos sabemos que Anthrax van a volver con
la formación clásica, de nuevo con Belladona a la voz, pero seguro que aún quedamos
muchos nostálgicos que flipamos con la mejor canción de este tremendo trabajo,
la intimista “Black Lodge”, una balada, por llamarla de alguna forma, que nos
muestra el lado más poético de Scott Ian, un talento del siglo veinte que trasciende
hasta la actualidad y cuya presciencia como creador ha sido aprovechada por
algunos músicos de menor enjundia pero mayor suerte.
Ignacio Rielas
Grupo:Anthrax
Discográfica:Elektra
Puntuación:9
Canciones:
- Potters Field
- Only
- Room For One More
- Packaged Rebellion
- Hy Pro Glo
- Invisible
- 1000 Points Of Hate
- Black Lodge
- Sodium Pentathol
- Burst
- This Is Not An Exit
Año:1993
Votación de los lectores:8.96154
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