25 años después de la edición del aclamado SONGS OF PRAISE la banda que tomó la estética de Alex y su banda (protagonistas de la película de Kubrik La naranja mecánica) han decidido poner al día ese disco clave. Y un gran acierto, pues desempolvar trabajos tan magnos y espectaculares como este nos recuerdan que muchas bandas actuales le deben el sonido a Ramones, los Pistols o los Clash, pero que también hubo bandas que no alcanzaron ese estatus pero que brindaron trabajos maravillosos e influencias.
La historia de SONGS OF PRAISE cuenta que la banda pidió un crédito al bandco y grabó este disco debut en escasas 24 horas. La hazaña dio resultado y pronto pudieron devolver el dinero y saborear el éxito. Su imagen cachonda y divertida no fue muy bien aceptada entre los puristas del punk pero era innegable la calidad de sus composiciones. Se claron en listas independientes y llegaron a firmar con una multinacional.
¿Qué decir de esas maravillas hímicas como “Viva la Revolution”, espectacular estribillo que se te queda en la mente mientras suena esa cadencia perfecta de guitarras; o el “Calling, Calling”, muy melódico y cercano, musicalmente, a The Clash, sin su particular carga social.
Los temas suenan evidentemente como les hubiera gustado que sonasen hace tantos años, pero pierden algo del impacto directo y la frescura primigenia. Pero si hay una banda a la que se nota que influenciaron es a los actuales Turbonegro, banda inteligente que sabe bien de qué fuentes beber y… digámoslo todo, que temas fusilar directamente y colarlos como propios.
La divertida “Tango” provocaría en su tiempo sorpresa y odio pero cortes incisivos y totalmente punk como “In the Background” o “Numbers” pueden convencer a todo punk de pro. La final “Songs of Praise” tiene un espectacular coro polifónico y otro estribillo para enmarcar.
Monkey sigue estando genial a las voces y Pete Dee solea con su guitarra en casi todos los cortes elevando la calidad de la banda. Geniales son también los coros y el riff de “England” que abre el disco o la directa y potente “Just Like Me”.
Puro disfrute con la obra cumbre de The Adicts y que servirá para que mucha gente deguste clásicos más allá de las bandas de siempre que parecen haber quedado ya para el recuerdo. Poseen estilo propio, calidad y una personalidad como también la tienen sus compañeros de fatigas Toy Dolls, que son, sin lugar a dudas, otra bandaza a reivindicar. ¡Que vuelvan a tocar ya por aquí!
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