Mira por donde, aquí tenemos uno de esos fascinantes álbums debut que aparecen
de tanto en cuanto de la nada para golpearnos a todos en la cara ante nuestro
pasmo e incredulidad. Estos franceses se formaron en el 2000 y es ahora cuando
ven editada su ópera prima de la mano del sello Adipocere Records. Practicantes
de un, digamos, black metal esculpido a base de originalidad y buen gusto, estos
señores optan por una dirección más progresiva que la mayoría de sus colegas
a la hora de añadir a su propuesta numerosos cambios de ritmo y matices en su
intención de enfatizar la variedad de una multitud de armonías ciertamente sorprendentes.

Sin ir más lejos, con el gran punto de partida que es “Menhir” comenzamos ya
a empaparnos de todo este flujo de diversidad, en parte gracias a la sesuda
combinación de melodías black y heavies enmarcadas en un cuidadoso baile de
tempos e intensidades, pero sin caer para nada en la complejidad orgiástica
y vacía tan propia de algunos grupos de avantgarde. Para nada. ARTEFACT recogen
una montaña de coherentes influencias para moldearlas a su gusto y parir una
obra de lo más interesante. La presencia de pasajes acústicos, la gran técnica
en cuanto al trabajo de las guitarras (a veces en una onda muy EDGE OF SANITY)
y la huída de patrones convencionales hacen que recuperemos aquella buena y
añorada tradición de clavar el oído y prestar atención a cada una de las notas
que salen de los bafles cuando se trata de otro más de esos grupos con los que
te has topado por casualidades de la vida. Es lo bueno de tener un encontronazo
con un puñado de músicos con pericia para componer. En cuanto a las voces, se
sitúan a medio camino entre las de un Nordveit y un Abbath, ciertamente adecuadas
para la música que ARTEFACT practican y que, posiblemente por el retrotraernos
a otras bandas de temática similar, dotan de una aureola pagana a las ya de
por sí boscosas melodías. Asimismo, los  roces con el death metal sueco de primera
hornada también provocarán que nombres como el de DISSECTION se os paseen por
vuestras cabezas.

Los blast beats y la caña vertiginosa, en cambio, llegan de la mano del segundo
tema, “Antares- Son of Solstice”, acabándonos de mostrar de tal forma algunos
de los últimos recursos que a la banda le faltaba por enseñarnos y que, a lo
largo de todo el disco utilizarán para torturarnos más allá del placer, como
si cada una de las notas afilados cuchillos fueran. Evidentemente, la tralla
de la que hace gala este corte vendrá acompañada de nuevo por más concesiones
a la melodía y a pasajes más calmados, sin perder en ningún momento la mala
uva, ¡faltaba más!

Lo cierto es que ninguno de los temas tiene desperdicio: en “Onslaught” se
dan la mano riffs guitarreros, nuevas influencias de DISSECTION, espléndidas
voces black e incluso un pequeño solo algo heavilongo, mostrándonos el grupo
su vertiente más “progresiva”. “Codex” es uno de esos intermezzos con guitarras
acústicas que tan bien cultivaran DISSECTION en el pasado, mientras que “Omen”
se recrea básicamente en unos agresivos desarrollos instrumentales de sobrado
gancho…

Pero la cosa no acaba ahí; en temas como “Oracle”, además de los grupos ya
mencionados, encontramos algunas melodías a lo EMPEROR y alguna que otra referencia
a los DEATH más técnicos. En “Allegiance”, corte tan largo como fugaz,  nos
topamos con unas de las pocas voces limpias e incluso agudas del disco, con
unas cuantas guitarras dobladas gestando crujientes melodías a la espalda de
unos medios tiempos y, en definitiva, con la calidad que atesora todo el disco,
que pone su broche de oro con “Towers of Equinos”, donde vuelven a aparecer
algunos de los aspectos antes comentados y, como siempre, un puñado de nuevos.
En definitiva, que, hablando claro, esto es la leche. Lo mejor de todo es que,
como estáis pudiendo comprobar, ARTEFACT es uno de esos grupos que se dejarán
querer por la mayoría de fans del metal extremo, dadas las vastas influencias
de la mano de algunas de las vacas sagradas más representativas del género.

La única pega que le podrían ver algunos es que quizá de vez en cuando el grupo
se recrea bastante en partes intrumentales y en ciertos momentos parecen olvidarse
de la labor a las voces, que no hacen demasiado acto de presencia a lo largo
de las ocho composiciones. Aunque la verdad es que, dada la calidad de éstas,
apenas se nota hasta que te da por fijarte en ello. Y no será porque la voz 
sea mediocre, pues, como ya he dicho, está bastante conseguida para el gusto
de un servidor.

Me podría pegar unos cuantos párrafos describiendo cada una de las visicitudes
e intríngulis de cada tema, pero los detalles y matices son tantos que no acabaría.
A lo ya dicho anteriormente podría añadirse que la producción del disco es perfecta,
muy en la onda de algunas de las mejores producciones del mejor death metal
sueco.

En fin, espero que los que estáis leyendo esta crítica os hagáis ya con el
jodido disco y podáis darme la razón, y así decirme que no estoy desvariando
cuando digo que este es uno de los mejores grupos que han salido de Francia
en los últimos años.

Caña, contención,  lenta melodía erizavellos, voz carrasposa, riff asesino,
caña otra vez, guitarra acústica… Black Metal, death metal sueco, algo de heavy
cañero por aquí, algo de thrash y de atmósferas por allá…  señores, si los 41
minutos que dura el compacto fueran un jamón de jabugo tendrían ustedes para
abastecer de marihuana a medio mundo y todavía les sobrarían unas cuantas horas
para irse de picnic con unos pingüinos mutantes a Las Vegas. No sé si lo que
acabo de decir tiene sentido o no pero me importa tres pepinos. El caso es que
ARTEFACT  ya están aquí y han venido para cercenar vuestras almas y arrastrar
vuestros cogotes a las montañas más altas de lejanas, vetustas y nubladas regiones
con la única ayuda de una música magistral.

Penumbra

Grupo:Artefact

Discográfica:Adipocere Records

Puntuación:9

Canciones:

    1. Menhir
    2. Antares – son of solstice
    3. Oracle
    4. Onslaught
    5. Omen
    6. Codex
    7. Allegiance
    8. Towers of Equinox

Año:2004

Votación de los lectores:9