Rolling Stones: Shine a Light

Escuchar un disco en directo de los STONES es como escuchar los jadeos de una peli porno sin ver absolutamente nada en la pantalla. Para mal o para bien, THE ROLLING STONES son una de las bandas más visuales que existen sobre la tierra,pese a hacer el rock and roll más guarro y menos efectista que una banda es capaz de hacer. No sorprende, pues, que un tipo tan reputado como Martin Scorsese se interesara por la legendaria banda a la hora de hacer un documental – película de una de sus actuaciones en directo. El resultado, titulado “Shine a Light” , ha sido publicado incluso en los cines de medio mundo y ha tenido su edición en formato CD con la excusa de poner en circulación la banda sonora. Eso es lo que nos ocupa exactamente. La crítica del documental se la dejo a mi querido Jordi Tarrega, mucho más ducho que yo que en las artes cinematográficas y en la obra de Scorsese. Probablemente se trata del primer disco en directo de los STONES que escucho desde “No Security”, aquel CD de hits y anti-hits de la banda grabado durante la gira de “Bridges To Babylon” en 1998, y desde entonces ha habido unos cuantos lanzamientos entre directos y DVD’s. Y cabe decir que parece que sea la misma banda de hace veinte años, cuando escuché por primera vez “Start Me Up”. No cambian, son inmutables e ignoran el paso del tiempo.

El concierto del film de Scorsese y, por ende, de ésta banda sonora está grabado a lo largo de dos noches en el Bacon Theatre de New York, donde finalmente banda y director se pusieron de acuerdo en realizar la filmación. La mayoría del disco está grabado en la segunda noche, mientras que tan solo tres temas proceden de la primera velada. Y cabe decir que la calidez acústica que recoge éste directo es mucho más notable que la de anteriores directos y DVD’s donde la guarrería de banda de club se pierde en un mar de miles de personas y cientos de miles de watios de sonido. En un pequeño teatro como el Beacon Theatre (aunque no será tan pequeño si MEAT LOAF grabó un video doméstico en él!) los elementos que dan verdadera forma a los STONES (sudor, acordes mal tocados y falta de precisión) se encuentran tan juntos que transmiten conjuntamente el triple que en un gran estadio. No se si algún dia conoceré a alguien que presenciara el mítico show sorpresa que los STONES dieron hace lustros en el 100Club de Oxford para apenas unos cientos de personas, pero ver a la banda en esas condiciones debe ser más intenso que toda la pirotécnica de sus shows detonada simultaneamente.

El setlist empleaso en éste directo es mucho más que una colección de clásicos, aunque éstos no faltan. Es obvio que no puedes hacer un show de la banda sin “Jumpin’ Jack Flash” (que abre el doble disco en directo que nos ocupa), “Tumbling Dice”, “Satisfaction”, “Start Me Up” o “Brown Sugar”, por decir tan solo unos cuantos, pero la banda ha hecho un esfuerzo considerable en recuperar temas como “Shattered”, “Faraway Eyes”, el infravalorado “Some Girls”, “Chmpagne & Refeer” o “Live With Me”, que rara vez aparecen en los directos de la banda. Es en esos temas donde mejor se nota la dimensión espontanea y alocada de la banda, y donde Jagger rinde mejor, pues tiene motivos para probarse a si mismo. En comparación, las versiones de “Tumbling Dice” o “Satisfaction” son algo erráticas vocalmente hablando, como cantadas a medio gas. El que sigue a su rollo llueva o truene, es Keith Richards, quien está habitualmente preciso en las notas de guitarra de este disco para lo que ese tipo suele ser. Ya saben, si el tema comienza a la de tres, Richards suele meter el guitarrazo media hora antes, desde la limusina. Pero no lo querríamos si fuera de otro modo…

Tan curioso como el set list es escuchar a Christina Aguilera interpretando junto a Jagger un añejo “Live With Me” o a Jack White III haciendo lo propio en “Loving Cup”. Más respetable es lo de “Champagne & Refeer” con Buddy Guy, finalmente un tipo a las alturas de la propia banda. Y casi más curioso que todo eso es leer las notas de Martin en el libreto interior, explicando como Mick Jagger le tuvo en ascuas hasta minutos antes del concierto sobre el setlist que la banda iba a interpretar en el show. No quiero ni imaginarme a los cámaras, auxiliares  y al propio Scorsese al borde del ataque de nervios por la majestuosidad de Jagger a la hora de desvelar los detalles a su propio colaborador. Pero eso, tan solo eso, es una muestra de lo grandes que son.