Ray Wilson & Stiltskin: She

Solo cada cierto tiempo suele publicarse un álbum tan especial como este “She”, la nueva entrega del escocés Ray Wilson acompañado, como en otras ocasiones, de la banda Stiltskin. Es curioso, vaya todos mis respetos por delante, que la mayoría de reseñas que he leído del mismo, se han limitado a enmarcar cada tema de este trabajo en un estilo determinado (que si crossover por aquí, que si rock comercial por allá…), o por ende, a vaticinar sobre que canción podría sonar en las radiofórmulas con una facilidad aplastante. Hipótesis lanzadas de forma gratuita. Y sí; bien podría llevarse por dichos caudales el escrutinio de lo que nos ofrece este guitarrista y vocalista, tristemente, más popular por haber grabado un disco con GENESIS, “Calling All Stations”, que por su fructífera carrera en solitario. Pero si dejamos que sea la música la que fluya a su libre albedrío y la que nos inunde con una gran paleta de sentimientos, no se concibe una forma tan mecánica de describir este disco.

¿Cómo permanecer indiferente ante un tema tan oscuro a la par que bello como “Taking Time”? Hasta las más duras lozas de mármol se desquebrajan ante esa melodía tan envolvente, donde nota por nota te dejan noqueado y son capaces de  hipnotizar a cualquier ser humano. ¿O como no rendirse a esos arpegios de acústicas de su single “Lemon Yellow Sun”? La voz delicada y susurrante de Wilson canaliza un tema con verdadero tiento, abriendo su alma y aflorando sensaciones más allá de lo meramente superfluo. Y así con todas. Se permiten la ligereza de experimentar con el tema título y de acoplar efectos en “Fame”, para barnizarlas seguidamente con un estribillo de encanto, de esos que perpetran tu mente para hacerte flotar en una atmósfera de difícil definición. Tampoco dejan su lado más dinámico despistado, con temas como “Wake Up Your Mind” o “Better Luck Next Time” con el que cierran. Las guitarras crujen, los teclados arropa esos golpes de riffs que marchan con paso pausado pero seguro, y donde cada línea vocal, cada matiz de fuerza y contraste, tiene su importancia y peso para configurar un todo repleto de talento.

“She” es el típico disco en el que para su descripción sobran las palabras, cada uno debe juzgarlo dependiendo de la sensación que le transmite. Decía un amigo mío que la música es un ente invisible capaz de hacerte llorar, de conmoverte, de estrujarte todo tu ser por dentro sin dejarte tiempo para reaccionar. Sabias palabras que deja fuera cualquier estilo musical al que solemos auto encorsetamos con premeditación.