Scheepers: Scheepers

El que fuera cantante de Gamma Ray y actual voceras de Primal Fear ha decidido, por vez primera, presentar su nuevo disco en solitario. Podría haber sucedido mucho antes, pero por alguna razón ha decidido hacerlo ahora, vía Frontiers Records. La verdad es que el bueno de Ralf ha sido y es uno de los mejores vocalistas de power metal y heavy metal de todos los tiempos, pero la repetición de esquemas y el querer acercarse una y otra vez al “Painkiller” de Judas Priest ha hecho que se haya estancado excesivamente. Los Priest eran, han sido y serán su máxima inspiración, y de ahí nunca le vamos a sacar. Afortunadamente hay en el disco algo de diferente a esa línea trazada, pero bueno, no nos engañemos, pues la primera parte del disco sigue por esos derroteros. 

La parte más en la línea Primal Fear destaca por trallazos como la inicial “Locked in the Dungeon” o la hímnica “Play with the Fire”, muy a lo que nos tiene acostumbrados Ralf y Matt Sinner; pero cuando se sale de los cánons como en “Cyberfreak” consigue grandes momentos. Incluso la melódica “The Fall” demuestra que en registros más melódicos y pausados Ralf se amolda a la perfección. Como cantante sigue siendo un monstruo. Las colaboraciones son estelares en cuanto a nombres, pero tampoco es que se noten de forma excesiva. Mike Chlasciack, Snowy Shaw, Kai Hansen, Ripper Owens, Alex Beyrodt… Ningún pero a la lista de invitados.

Destacaría entre lo mejor del disco el medio tiempo “Doomsday”, con un estribillo perfecto y un Scheepers que demuestra que mantiene su garganta afilada y la versión preciosa del “Before the Dawn” de los Judas Priest. Si es que no podía hacer un disco sin abordar el legado del sacerdote. Otra decisión sabia ha sido incluir la versión de su antigua banda Tyrant Pace “Saints of Rock”, todo un himno de esos que han quedado olvidados injustamente.

Cabe destacar también el trabajo de guitarras de Sander Gommans en “Back on the Track”, otro de los temas que más brillan en esta obra. Sinceramente ha quedado todo bastante equilibrado y variado. Se nota que es Scheepers, todos sabemos como canta y como le gusta sonar, pero hay suficientes ideas como para darle variedad al disco. Una gran muestra de ello es “The Pain of the Accused”, la gran joya del disco. Una épica subida que empieza con acústicas y en la que Ralf demuestra todas sus cartas y posibilidades. Recuerda (palabra) a ese primer disco debut de Gamma Ray en el que dejó asombrado al mundo. Está Kai a las guitarras, por algo será…

Buen disco de Scheepers, incluso me atrevería que bastante más interesante de lo que suele ofrecernos con Primal Fear, un grupo que hace más de un lustro que cayó en vía muerta. Buenos invitados, buenas canciones y un cantante motivado y demostrando sus muchas capacidades. Ha mejorado mucho el musculado vocalista en tareas de composición y letras respecto a sus inicios con las irrisorias “Free Time” o “Formula One”, que las salvaba una voz impresionante, pero poco más. Imprescindible para los fans, y no estaría de más que se planteara una gira corta con esta formación.