Crazy Lixx: Riot Avenue

Su anterior disco era un bombazo espectacular y contó con el efecto sorpresa. Una banda sueca de sleazy rock con ideas claras y capaz de crear una obra maestra casi sin despeinarse. Era difícil superarlo, y claro, será que no… pero “Riot Avenue” sigue aportando frescura y muy buenos temas aparte de un sonido muy definido. Hay una fuerte influencia de Mötley Crüe, Guns N Roses, Vain y de todas las bandas fundamentales del estilo, pero la conexión con Crashdiet y algo menos con Hardcore Superstar.

De entrada la tríada de cortes con que empiezan tira de espaldas. Posiblemente no lleguen al nivel de los mejores temas de su anterior obra pero enganchan, desprenden mucha fuerza y poseen todos los clichés esperables. “Whiskey Tango Foxtrot” es todo un himno en el que destacan guitarras y base rítmica. Estribillo coreable de puño en alto y muchos galones. Los inicios son contundentes y afilados con riffs muy marcados y agresivos. Funciona perfectamente “Young Blood” con un gran trabajo de Danny Rexon a las voces. La producción ha buscado sonar más fuertes y potentes pero esto ha hecho que todo el trabajo suene excesivamente homogéneo. Eso hace que muchos riffs se parezcan excesivamente.

Posiblemente “Riot Avenue” sea su mejor corte gracias a esos coros, el toque macarrilla y esa trabajada guitarra. Destaca también el riff de “In the Night”, acercándose al heavy metal más clásico con unos coros envolventes que son una de las grandes credenciales del combo. En “Church of Rock” hay más repetición de esquemas a pesar de lo festivo de los coros. Más accesible y a medio tiempo es “Heatseeker” con un trabajo enorme a las guitarras por parte de Dawson y Liam. Pero repito, hay temas excesivamente similares, y eso lastra el disco en general. Finalizan elevando el listón con la melódica “Be Gone” y con la balada “Only the Dead Know”.

Otro paso delante de esta formación que se ganó un hueco en la escena con “New Religion”. Este era un momento crítico de demostrar si podían repetir la hazaña anterior, y creo que se ha conseguido a medias. No llegan al nivel de excelencia del anterior trabajo pero tampoco podemos hablar de un mal disco y sí de un dignísimo sucesor. Pero ya no hay tanta frescura, tanta canción que entre a la primera… y eso se nota. Hay muy buenos temas y se nota un cierto endurecimiento en su sonido. Pocos peros que subrayar, pero la sombra de “New Religion” es muy larga…