Yo me lo guiso, yo me lo como. Así de Juan Palomo se nos muestra el que fuera guitarrista de Marylin Manson John 5, de hecho, mantiene todavía ese nombre nacido por su paso por la banda de un reverendo venido a menos. Si repasamos su biografía cabe reseñar que este hombre ha estado con el loco de David Lee Roth en un proyecto y con la infumable aventura gay-industrial de Rob Halford llamada Two (llamada Two porque sólo compraron dos su disco). Actualmente este es su cuarto disco en solitario y también compagina sus discos instrumentales con el señor Rob Zombie, el cual creativamente tampoco es que esté en un gran momento.

Si los discos de “guitarristas pajeros” que tocan para escucharse ellos y a todos los que les mola el instrumento pueden ser de lo más cargante, hay que hacer notar que John 5 ha conseguido ofrecer un producto capaz de satisfacer a los citados pero apto para cualquier otro degustador de buenas composiciones más allá de las mil notas por segundo.

Hay momentos a lo Satriani pero el chico se mete dentro del mal llamado rollo alternativo y oscuro, se acerca al country, tiene toques de jazz primitivo de principios de siglo y hasta juega con el blues. Y todo ello bien mezclado con buenos riffs pesados, coherencia compositiva y un muy buen gusto a la hora de crear los temas. Sábiamente podemos decir que ha separado los estilos por temas y no se ha perdido en ese típico jardín de querer ir de progresivo y perderse en trayectos a ninguna parte, con largas composiciones que quieren parar en todas las estaciones estilísticas.

Los temas de enlace de menos de dos minutos son una gozada. “Pear of Anquish” visita el country con banjo, bajo y guitarra bien secundado por Tony Clufetos a las baquetas. “Pity Belt” parece una especie de homenaje a Django Reinhardt que queda fundido con “Cleansing the Soul” que mantiene la anterior pero a más decibelios y con mucha más electricidad y contundencia. “The Lead Sprinkler” es metal con un riff básico en el que dibuja solos y da muestras de sus enormes capacidades.

“Requiem” es una especie de outro que da título al disco, un cruce raro pseudo industrial pero en tiempo de doom metal que huele a relleno, quizá el punto flaco del disco, pero vaya, es más que anecdótico. Mejor quedarse con “Sounds of Impalament”, toda una muestra de que se puede mostrar las mil habilidades técnicas y conseguir una instrumental pegadiza a más no poder. Hasta podría ser sintonía de programas de radio. Lo mismo digo de “Noisemaker 5”, que va de más a menos y consigue unos solos más que pegadizos y logrados y la oscura “The Judas Cradle”.

No me había acercado a la música de John 5 básicamente porque las bandas en las que ha estado tampoco es que sean ni de mis favoritas ni precisamente han saboreado con él las mieles del éxito. Pero que gran error sería valorarlo por su paso transitorio en todas ellas y en las que no puede llegar a plasmar sus grandes habilidades dactilares. Conseguir un disco instrumental que sea apreciado por los que critican las obras típicas de guitar-heroes es toda una hazaña; John 5 lo ha conseguido. Muchos deberían probar.

Jordi Zelig Tàrrega

Grupo:John 5

Discográfica:Mascot Records

Puntuación:8.1

Canciones:

  1. “Sounds Of Impalement”
  2. ”Heretics Fork”
  3. ”NoiseMakers Fife”
  4. ”Pity Belt”
  5. ”Cleansing the Soul”
  6. ”The Judas Cradle”
  7. ”Pear Of Anquish”
  8. ”The Lead Sprinkler”
  9. ”Scavengers Daughter”
  10. ”Requiem”

Año:2008