Agnus Dei: Renacer

Siempre he dicho y he pensado que para grupos que no proceden de las grandes ciudades, abrirse camino en el mundo de la música tiene más baches que para los de Madrid, Barcelona, y demás urbes. Con eso no quiero faltar al respeto a quien lo hace, sino a poner de manifiesto que sus medios, a veces, son más limitados (sin ir más lejos, emplazamientos para dar conciertos, aunque a este paso Madrid… ejem). AGNUS DEI, banda gaditana con siete años desde su formación, presentan su primer disco tras un par de Eps, «Agnus Dei» y «Trauma». Y que a nadie le eche para atrás su nombre (cordero de dios), que estos no son Stryper.

Tampoco creo que mucha gente sea consciente de lo que supone grabar un trabajo a día de hoy, ya que raro es el grupo que puede llegar a amortizar esos gastos. Es por eso que las bandas pequeñas, o las que intentan abrirse camino, ponen a disposición de cualquier usuario de internet su disco, primero para obtener respuesta; y ya sea por myspaces, foros, o cualquier medio al alcance de un teclado. Y una vez obtenida, intentar vender su trabajo a un precio de risa. Grabado en los estudios La Factoria Daltón por Josema Dalton, el quinteto tiene unos patrones bastante marcados: caña burra y agresión. Y así marchan los doce temas del disco, en los que quizá se eche en parte una mayor variedad de registros, ya que según se acerca el final, la voz de Álvaro (que sustituyó a Josemi, su cantante original) se va haciendo un poco cargante.

El caso es que el grupo cumple en este debut. El trabajo de Mateo y Gallardo a las guitarras aporta dinamismo a muchas composiciones; y la labor de Jose, el DJ, aún tapada a veces, también se deja notar. Algunos podrán pensar que la moda del DJ ya está pasada, pero las modas están hechas para los borregos que se dejan influenciar; y si a día de hoy hay grupos que tengan un DJ y se meta un scracth en la parte más burra de «Limbo», o de cualquier otra, pues ole sus cojones. Los temas en general suenan rápidos y poderosos, y ni siquiera títulos que pueden llevar a engaño como «Nunca Llueve Eternamente», que podría pensar en algo más light en referencia al Cuervo, dejan títere con cabeza. Quizá solo sea el principio de «Inocencia» el único momento de pausa en todo el álbum, pero sobre todo en el tema que da título al disco, «Renacer», instrumental, y que quizá por lo distinto que es a los demás, termina brillando con mayor luz propia. Quizá esa linealidad sea a la larga, al menos en estudio, un lastre. Otra cosa es en directo, donde este tipo de grupos están llamados a labrarse futuro a través de sus ganas, y sobre todo, de la ilusión. Que no está este mundo como para dar botes de alegría…