John Wetton: Raised in Captivity

El multiinstrumentista y cantante John Wetton edita su noveno disco en solitario a pesar de que su amplia trayectoria en otras bandas le precede. Asia, Wishbone Ash, UK, Roxy Music, King Crimson… Este tipo ya ha saboreado el éxito masivo y hoy en día disfruta haciendo lo que le da la gana: AOR templado con destellos progresivos. Compone de cara a los temas y se rodea de la flor y nata del negocio y de antiguos compañeros de fechorías. Posiblemente estemos ante el mejor disco en años de Wetton, que seamos sinceros, ha saturado bastante el mercado con diferentes entregas, especialmente colaborando con Geoff Downes.

La lista de participantes que pueblan y colaboran en los temas tira de espaldas. Steve Morse, Robert Fripp, Steve Hackett, el propio Downes o la excepcional Anneke Van Giersbergen son algunos de los grandes nombres propios que suman a los temas. Empieza con un corte excepcional como es “Lost for Words”, de lo mejor que ha grabado en años. Una maravilla. El resto no desmerece, pero si que es lo esperable de Wetton. Material interesante muy apto para todos los públicos y excepcional para sus fans, pero no vuelve al nivel del tema que abre fuego. La otra que brilla con luz propia es la final “Mighty Rivers”, con orquesta y cantando a dúo con Anneke, en un corte hecho a medida de la vocalista holandesa.

Otro gran momento es “Steffis Ring”, balada con muchos coros a acústica y aderezada por unas flautas brillantes y bien colocadas. Otra sumamente brillante es “The Devil and the Opera House”, con orquestaciones. Temas como “New Star Rising” o “We Stay Together” bajan el nivel, pero tampoco desentonan, suenan a Wetton 100%. El tema homónimo también es más que interesante e incluso la intro de “Goodbye Elsinor”. Definitivamente las baladas brillan mucho más, en este disco, que los medios tiempos. Hay un gran trabajo en las líneas vocales, mucha delicadeza, calidez y galones. La enorme producción de Billy Sherwood es sensacional y acierta al destacar tanto la batería como en “The Last Night of My Life”.

Muy buen disco. A estas alturas ya poco nos puede sorprender de Wetton, simplemente cabe esperar que siga disfrutando y creando música suave, excelente y con momentos de inspiración que nos recuerden que Wetton sigue siendo un músico excepcional. Posiblemente si una banda empezara con un disco como este conseguiría un gran reconocimiento, pero qué le vamos a hacer… seguir deseando que el piloto automático de Wetton siga brillando a este nivel. Eso sí, podría mejorar esas portadas en las que sale él con una foto bastante mejorable.