Centinela: Pura Satisfacción

Curiosa mi relación con Centinela pues es un grupo del que siempre me he encargado yo de criticar. He crecido con ellos, desde su gratísima irrupción en 1999. Ellos han llevado el cetro del metal más puro, más cortante, afilado como el acero albaceteño. Su deje Ángeles del Infierno siempre les ha caracterizado. Poseen un gran directo y siempre han sido prolíficos. De hecho ahora están grabando un disco de versiones de bandas clásicas. Se les había achacado el hecho de que con el tiempo habían perdido velocidad y contundencia, pero nada más lejos de la realidad. Aquí, con “Pura Satisfacción” se redimen de ello. Nueve cortes cortantes y afilados a más no poder, siempre capitaneados por esa peculiar y aguda voz de José Cano.

Sinceramente el disco me ha llenado pero hay una evidente repetición de esquemas y suenan excesivamente predecibles. Eso no es del todo malo, pero a quienes les hemos seguido nos parecerá todo demasiado obvio. De entrada me quedo con “Luchador”, con una abrasiva base rítmica y unos preciosos juegos de guitarra, que juegan sobre un riff marcado y machacón. Todo marca de la casa. También destaca “Hueso y Piel”, más original y con una letra que se queda de buenas a primeras. El disco lo abre la potente ”Eclipse de seducción”, con esas voces dobladas de Cano en el estribillo. Parece toda una declaración de intenciones para aquellos que encontraron algo más lento su anterior “Alta Fidelidad”. Hay que destacar a toda la banda, desde la base rítmica, muy a lo Ángeles del Infierno o Riot de la etapa “Thundersteel”, pero también el gran trabajo de las seis cuerdas, siempre protagonistas. El trabajo de Fernando Moya es espectacular.

Los agudos imposibles mandan en “Libre”, pero ya encontramos alguna reiteración de ideas. De todas formas las subidas y bajadas de Cano están al alcance de muy pocos. “Memorias” es uno de los cortes más originales, especialmente por la trabajada línea vocal, que fluye a lomos de una base contundente y marcada. Los riffs son vigas de acero y la guitarra saca chispas al rozar la base metálica. La tónica sigue en la contundente “Tierra de extraños”, con una de las líneas vocales más trabajadas. Hay un muy buen trabajo en los coros de la puramente heavy metal “El hombre de las estrellas”, pero repito, creo que el disco queda algo lastrado por la repetición de esquemas. Hay cortes que son excesivamente similares. Finalizan con “Decir que no”. Con bajo muy protagonista y un crescendo de inicio. Otro trallazo marca de la casa

Siguen manteniendo el listón pero es evidente que Centinela han bajado un poco de popularidad. Sin embargo el hecho de poder presentar este disco en el Leyendas les recordará a muchos la inmensa valía de esta banda albaceteña. Es un material que es carne de directo y que a buen seguro gana muchos enteros sobre las tablas, pero la sensación general es que era todo muy predecible. El grupo ha ganado en experiencia y ya son una banda madura y consolidada. Quizá eche algo de menos algo de riesgo en cuanto a composición. Explorar medios tiempos o dedicarse a baladas, que ya han demostrado que lo hacen genial. Mención aparte merece la bonita portada del bueno de Fernando Nanderas, muy a lo Volbeat. Siguen en la brecha y quizá merecerían algo más de reconocimiento, pues cuando empezaron marcaron un sendero a seguir.