Tim Ripper Owens: Play My Game
Este hombre va dando palos de ciego, y es una auténtica lástima, la verdad, pues posee una voz espectacular y nunca falla en directo. Pero en su currículum está el ser el sustituto que dará el paso previo a que vuelva el cantante original. En Judas la cosa no marchó mal, pero con él el sacerdote inglés llegó a tocar en el Razzmatazz 1, cuando con Halford revientan el Olímpico de Badalona. Con Icead Earth, tres cuartos de lo mismo. Su paso por la banda de Malmsteen no convenció a nadie y bueno… su proyecto Beyond Fear… mejor ni entrar a valorarlo. ¿Se puede chillar más en un disco?
Y es que nuestro Ripper siempre ha querido demostrar mucho, dejarse las cuerdas vocales en mil agudos por minuto, y eso no es lo que debe hacer un gran cantante, y él lo es. Una vez finiquitados sus proyectos ha decidido rodearse de estrellas y reafirmar su nombre en “Play My Game”. ¿El resultado? Pues no está nada mal, pero sigue fallando la composición de buenos temas y el exceso de agudos agudísimos.
¿Sirve realmente de algo conseguir una constelación de estrellas tal para un disco como este? Simon Wright, Rudy Sarzo, Craig Goldy, Jeff Loomis, Billy Sheehan, David Ellefson, James Lomenzo, Chris Caffery… entre otros. Afortunadamente se ha rodeado de gente interesante para las tareas de composición como puede ser Bruce Kulick, pero la cosa tampoco mejora excesivamente respecto a su disco “Beyond Fear”.
Guitarras agresivas,contundencia sónica, agudos hasta el infinito y buenos riffs y solos por parte de los invitados. El disco promete con “Starting Over” en la que Ripper juega con sus muchos registros pero el compacto termina cayendo en la linealidad y la monotonía, siempre a una velocidad y sin escasas variaciones. Espectacular resulta el solo de Kulick en “No Good Goodbyes”.
Con esa voz tan espectacular debería marcarse un baladón intenso y acústico, pero no lo hay. Lo que más se le acerca es “The World is Blind”, medio tiempo dominado por el bajo de Sheehan (gran línea de bajo) y el solazo y riff de Doug Aldrich. En “The Light” hay más agudos imposibles y quizá sea “Play My Game” lo más conseguido de todo el disco, con un riff espectacular y un Ripper jugando con los tonos más bajos.
Otra muy conseguida es “Death Race”, que deja algo de lado la contundencia constante del álbum y se muestra mucho más directa. Posee uno de los estribillos del disco y Ripper hace una de sus subidas que sólo puede hacer él. En definitiva, es un disco en el que luce sus enormes dotes y que seguramente no tendrá problema alguno de defenderlo en directo.
Tim es un cantante que lo escuches y sabes al instante de quien se trata, eso es algo soñado por todos los voceras. Ripper posee ese don y otro mejor, una voz privilegiada. Desgraciadamente es alguien que ni encaja en ninguna banda ni es capaz de, en solitario, conseguir temas que queden para la posteridad. “Play My Game” no cambiará las cosas, y eso que el disco no está nada mal. Pero los que somos sus seguidores seguimos esperando algo más y mejor.
Jordi Zelig Tàrrega
Grupo:Tim Ripper Owens
Discográfica:SPV
Puntuación:7
Canciones:
- Starting Over
- Believe
- The Cover Up
- Pick Yourself Up
- It Is Me
- No Good Goodbyes
- The World Is Blind
- To Live Again
- The Light
- Play My Game
- Death Race
- The Shadows Are Alive
Año:2009
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