Seven Witches: PASSAGE TO THE OTHER SIDE

A La Cuarta Va La Vencida

Buenas nuevas en el seno de las siete brujas. Si X-iled To Infinity era un
disco bastante prescindible y poco afortunado, pese a contar con Wade Black
a la voz, este “Pasaje hacia el otro lado” consigue todos los objetivos perseguidos
por Jack Frost. El que fuera guitarrista de Metalium y Savatage no ha tenido
nunca demasiada suerte en proyectos alejados de su banda madre, pero parece
que con este disco la cosa puede cambiar.

Los fichajes de Joey Vera (Armored Saint) al bajo y sobretodo de James Rivera
(Helstar) a las voces, han dado con la formación ideal tras tres intentos fallidos.
Si en su último trabajo destacábamos sólo la excelente versión del clásico de
Grim Reaper: “See You In Hell”, aquí hay que subrayar la coherencia compositiva
de Frost, ya que ha conseguido un disco que no baja el listón y que rezuma una
buena mezcla de power ochentero americano con una fuerte influencia Juadas Priest
de la etapa Painkiller. Rivera consigue llegar a los tonos del divo Halford
en temazos como “Dance With The Dead” o “Mental Messiah”. También roza sus tonalidades
más graves en “Betrayed”, un corte que se asemeja a lo que está haciendo Halford
en su último Cruecible (incluso en la letra hay un homenaje a Judas…) Vera y
Brian Craig se muestran compactos y sólidos en la base rítmica. La producción
del disco es perfecta para el estilo por el cual apuesta Mr. Frost. Su guitarra
sigue mandando, sino escúchate el gran riff de la melódica pero agresiva “Last
Horizon” con un estribillo bien definido con coros que incluso puede tener un
aire a los Gamma Ray de la etapa Insanity & Genious. Pero si hay una influencia
clara y alguien tiene dudas, pincharos “Nature’s Wrath” y notaréis ese regustillo
al “Rapid Fire” de ya sabéis quién. Y para el final se han guardado un par de
joyas: la gran versión de “Wasted” de Def Lappard, la cual consiguen hacer suya
y aportarle su definido estilo (se le dan muy bien a Frost las covers), y esa
maravill llamda “Passage To The Other Side”. Un medio tiempo increscendo que
empieza siendo balada y acaba como bien podéis imaginaros. Mucho sentimiento
y gran estructura. Este corte, juntamente con los dos iniciales y “Johnny” destacan
por su calidad, pero sin desmerecer al resto. La conjunción de melodía y dureza
y el gran estribillo, erigen a “Johnny” como la canción del disco.

Si Judas Priest hubieran grabado este disco actualmente volverían a ser considerados
dioses, pero desgraciadamente para las siete brujas les será difícil llegar
a grandes cotas de popularidad, pese a que el disco lo merezca. Parece ser que
Frost ha encontrado la formación y el sonido ideales para continuar su andadura.
Si continua con esta línea regular y manteniendo esta formación de lujo no debería
tardar a cosechar todo lo sembrado.