Opium Hotel

Kory Clarke nunca fue un tipo excesivamente conocido fuera de su América natal. De hecho si no pronunciáramos el nombre de su grupo de toda la vida, WARRIOR SOUL, más de uno pensaría que estamos ante un músico de Soul, jazz o váyase usted a saber qué.

A muchos el nombre de WARRIOR SOUL les sonará a lejano, sin duda. Periodistas de toda clase e índole, ante las alabanzas que tal grupo recibía por parte de la prensa anglosajona, se apresuraron en elevar a la categoría de semidioses a estos norteamericanos cuya única contribución al rock más duro fueron 5 discos, la gran mayoría de los cuales bastante prescindibles y vulgares y una actuación en el por entonces venido a menos Monsters of Rock del año 1995.

Tras unos cuantos años en paradero desconocido Kory volvió resucitando a una banda con el original título de uno de sus Lp’s más conocidos (que no por ello mejores), “The Spaceage cowboys”, otro desastre del que no se ha vuelto a saber nunca nada más.

Tras varias intentonas por traer de nuevo a la única banda que le debe haber hecho ganar  un poco de dinero, WARRIOR SOUL, Kory Clarke se lanza a la aventura en solitario y publica este mediocre “Opium Hotel”, disco que hace claras referencias al lugar donde debió componer semejante refrito de despropósitos y vulgaridades en forma de canciones; Un motel putero de carretera en una noche cargada de opio y demás sustancias alucinógenas en algún rincón perdido del territorio norteamericano (Seguramente Milwaukee, Wisconsin).

Lo que “Opium Hotel” contiene es un pupurri de pegotes musicales que el señor Clarke y su amigo de viajes astrales Alex Edward grabaron un buen día que estaban completamente drogados y aburridos. Probablemente hasta la madame del local sucumbió de sueño al oir a ambos lumbreras en plena efervescencia compositiva…

Pseudo-grunge caduco, pura cacofonía electrónica somnífera, country, pasajes propios de la música chill out y una producción anormal… En fín, que sí que sí, que esto es lo que se lleva ahora y hay que estar a la última en cuanto a tendencias se refiere, ¡La fusión y el mestizaje musical son el futuro! Gritan algunos iluminados. De acuerdo, reconozco que soy un carcamal y que no entiendo ni entenderé nunca la “música” de freaks como PORTISHEAD o Kory Clarke pero tengo claro que si lees esta webzine es porque significa que te gusta el rock en todas sus extensiones y que difícilmente te entrará por las orejas un disco como este “Opium Hotel”. De lo contrario, vete olvidando de esta web y busca en otros sitios, aquí no tratamos estas cosas.

“Opium Hotel” es un disco que probablemente no llegará a ningún lado, ¿porque? Pues porque Kory Clarke es un tipo conocido básicamente dentro del mundillo del rock y si un buen día le da por sacar un disco de chill out, lo ÚLTIMO que debería hacer su discográfica o distribuidora es mandar una copia de este trabajo a medios especializados en rock (y ya no hablemos de metal…).

En fin, que está cantado, cuando el sr. Kory esté arruinado y harto de buscar la gallina de los huevos de oro (musicalmente hablando), volverá más rockero que nunca con WARRIOR SOUL, tiempo al tiempo.

Mientras eso sucede, agarren “Last decade dead century” o “Drugs, god and the new republic” y saboreen lo que era la experimentación e innovación allá a principios de los 90. El resto dejémoslo para los “iluminados”…