Sinner: One Bullet Left

A pesar de que Matt Sinner tiene que combinar sus ideas con Primal Fear y con Sinner parece que poco a poco el sonido de la primera banda ha dejado de influenciar excesivamente a su proyecto Sinner. Los últimos discos eran muy metal para una banda que siempre había combinado hard rock con rock macarrilla dándonos muchas alegría en la década de los 80. Este “One Bullet Left” retoma ese camino ya apuntado en su anterior disco y ofrece una cara más pura y esperable. Un disco más que correcto, sin ningún tema que sobresalga especialmente, pero sólido y efectivo.

De entrada sorprende en sobremanera esa especie de homenaje a Phil Lynott y Thin Lizzy que se marca en “Back on Trail”, sonando absolutamente a la banda irlandesa. Un auténtico trallazo melódico, adictivo y con mucho feeling. Parece incluso una versión. Temas rápidos y fuertes como “The One You Left Behind” o “Give and Take” son la tónica imperante en el disco. Melodía y velocidad a partes iguales, coros de apoyo y riffs de guitarra muy marcados y presentes. El disco desgraciadamente peca algo de linealidad, hecho que termina lastrando la obra. “10 2 Death” es otra potente bala en la que destaca la cazallosa voz de Sinner, que siempre saca adelante los temas sin ser ningún prodigio de la naturaleza.

La buena producción resalta la potencia y la base rítmica (algo muy típico de Primal Fear). “Haunted” muestra la cara más accesible mediante una balada suave, bien apoyada por el trabajo de guitarras y arropada por coros. El trabajo de Alex Beyrodt y Alex Scolpp en las seis cuerdas es más que destacable. Las reminiscencias a Thin Lizzy vuelven a aparecer en “Suicide Mission”, con otro buen estribillo y muchos juegos dactilares en las guitarras dobladas. En “Wake Me When Im Sober” hay un deje totalmente Rage, especialmente por el estribillo y la velocidad a medio tiempo. De lo mejor del disco. En la misma onda Lizzy atacan “Mend to Be Broken”, con otro gran estribillo y voces dobladas que consiguen mucho gancho y melodía. Terminan con el medio tiempo “Rolling Away”, el tema más melódico del disco.

Buen disco a la altura de la trayectoria de Sinner pero que lejos está de los clásicos de los 80. Lleva ya dos discos interesantes una vez se ha sacudido las excesivas influencias de Primal Fear en su sonido, pero siempre cabe pedirle algo más a un grupo que cuenta con una formación estelar. Definitivamente lo mejor del disco son los juegos de guitarras dobladas y cuando Sinner se calza los zapatos de Thin Lizzy. El resto sinceramente está más que visto y trillado y parece que Matt componga a piloto automático. Eso sí, muchas bandas matarían por este material. Sinner sigue siendo una gran banda… pero siempre deberíamos pedirle algo más.