Airbourne: No Guts, No Glory

Nos hicieron tocar el cielo con su disco debut, han dado conciertos para el recuerdo y su irrupción en la escena ha sido sonada a más no poder. De hecho, han jugado muy sabiamente sus cartas y han girado y girado alargando el exitoso primer disco durante casi tres años. Pero… las cosas deben avanzar y… el segundo disco va a ser mirado con lupa, y superar a su predecesor va a ser casi imposible. Y así ha sido, era esperable. Evidentemente hay en “No Guts, No Glory” la misma fórmula que en su ópera prima y no defraudará a sus seguidores, pero no hay, ni por asomo ninguno de esos himnos instantáneos e inspiradísimos que vivimos con “Runnin Wild”.

Los hermanos OKeeffe firman 13 excelentes cortes de rock and roll endurecido deudores de la escena rocker australiana, a medio camino entre AC/DC y Rose Tattoo, pero en piñón fijo y repitiendo una y otra vez la misma fórmula. Pero tampoco hay que ver como que hayan sufrido un bajón, nada de eso, simplemente que si comparamos este disco con su predecesor, éste sale muy mal parado.

Producción perfecta para el rollo rock austral, guitarras potentes, riffs directos, estribillos pegadizos y música que te empuja a menear las caderas y a beber cerveza. Si hay que destacar algún tema por encima del resto me quedaría con “It Aint Over till Its Over”, de glorioso estribillo y a más revoluciones que la gran mayoría. El riff es pura escuela Rose Tattoo y la verdad es que posee ángel y un groove excepcional. Otrs de las más reconocibles es la hímnica “Armed and Dangerous”.

“Born To Kill” ya nos marca los pasos que va a seguir el disco, a altas revoluciones y “No Way But the Hard Way” es el single claro y ese himno a medio tiempo muy coreable y efectista. Buen inicio, si bien muchos otros temas siguen a pies juntillas los cánones establecidos y no van más allá de ser una buena dosis de rock and roll efectista y 100% Airbourne.

Desgraciadamente las primeras escuchas adolecen de linealidad y los cortes suenan excesivamente parecidos, pero bueno, es una gran dosis de rock and roll auténtico y adictivo, ideal para sonar en el coche y para darte una buena descarga de adrenalina. Más de la escuela AC/DC es “Get Busy Livin”, con ese rollito macarra y esa voz tan característica de Joel. El riff y los coros podrían estar firmados perfectamente por los hermanos Young.

Hay que destacar el enorme feeling de los solos de Joel OKeeffe en todos y cada uno de los cortes, otro de los grandes puntos característicos de la banda austral.

Gran dosis de rock and roll cazalloso, maloliente, descarado, sudoroso y alcohólico, ideal para ver en una sala pequeña, llena hasta la bandera, y alucinar con el directo que poseen Airbourne, hoy por hoy, uno de los más intensos de la escena. Pero no nos engañemos, su predecesor es gloria, “No Guts, No Glory” es mantener firme el camino por la misma senda.