Mad Max: Night Of White Rock

MAD MAX vuelven de nuevo con un disco que quita el hipo. Después de la edición
de “Never Say Never” en el año 2000 a través del sello Point Music, y dada
la actual fiebre que existe por el hard ochentero, era misterioro que MAD MAX
no se hubieran reunido todavía para darnos otro disco en el que poder apreciar
su estilazo a la hora de hacer buen aor y hard a la vieja usanza. Nuestras
plegarias fueron escuchadas por lo que parece, así que el pasado año la formación
clásica de la banda -compuesta por el vocalista y principal compositor Michael
Voss, el bajista Roland Bergmann, el guitarra Jurgen Breforth y el batería
Axel Kruse- volvió a meterse en un estudio de grabación para dar forma a este “Night
Of White Rock”, un disco que supera de largo al mencionado “Never Say Never” y
el cual merece estar a la altura de “Stormchild” o “Night Of Passion”.

Pese a los cambios lógicos que propicia el paso del tiempo –especialmente
en lo que a Michael Voss se refiere, pues la “voss” es precisamente el elemento
más distintivo de una banda como MAD MAX -, la banda se mantiene muy en forma,
con un buen montón de temas (once, en total) que nos recuerdan a la época dorada
de éste movimiento. Desde los medios tiempos como “Bad Day In Heaven” hasta
los más rockeros como “To Hell And Back Again”, pasando por clásicos instantáneos
al estilo de “Hope To See You” (muy PRETTY MAIDS), el nuevo disco de MAD MAX
posee una cualidad que lo hace deseable en todo momento, algo parecido a lo
que sucede con el “Helluva Time” de JADED HEART. Son discos que puedes poner
en cualquier momento, en cualquier situación y ten por seguro que te levantarán
el animo.

El disco ha sido producido por el propio Michael Voss, quien se erige como
capitán general de la banda en todos los aspectos. Se abandona el sonido “chiclé” de
los ochenta (“bubblegum metal” que dirían los americanos) y se apuesta por
una producción refinada donde baladas como como “Unbelievable” suenan a gloria. “Night
Of White Rock” es un disco que no desmerece en absoluto frente a sus clásicos
de los ’80, aunque siempre habrá alguien que dirá que CASANOVA molaban más!