Bad Religion: New Maps of Hell

Es más que evidente a estas alturas dar por hecho el importante papel pionero de estos californianos y su vasta influencia, pero desde STRANGER THAN FICTION y gracias a algún que otro single puntual parecía como si la capacidad de Bad Religion a la hora de, ya no volver a sentar cátedra, pero si de volver a firmar un nuevo gran disco, estaba puesta en duda. Pese a que históricamente el bajón, tanto de popularidad como de calidad, de Bad Religion lo encontramos en la huida de Brett Gurewitz, discos como THE GREY RACE  fueron bastante superiores a THE PROCESS OF BELIEF ya con Mr. Brett de vuelta. Y es que pese a su vuelta al seno de la banda había algo que no terminaba de funcionar.

NEW MAPS OF HELL nos muestra al sexteto realmente inspirado y con una ráfaga demoledora de 16 cortes sin descanso, con un sonido endurecido y cercano al metal aunque sin llegar a traspasar la frontera. El single seleccionado es “Honest Goodbye”, aunque no resume exactamente por donde van los tiros del compacto precisamente. Es un buen tema, melódico y pegadizo pero bastante distante a piezas  fieras y rápidas como “New Dark Ages” o “52 seconds”. La melodía a grandes revoluciones siempre ha sido su tarjeta de presentación y el modelo a imitar para centenares de bandas surgidas a posteriori. “Requiem for Dissident” es otro de los temas más atractivo del compacto, todo un retazo veloz, tremendamente melódico, coreable, pegadizo y con solo incluido. A la zaga le va la preciosa “Grains of Wrath” con el triple ataque de guitarras y esos coros excepcionales. Bien merecería dicho tema el puesto como single pues es mucho más representativo que el seleccionado.

A nivel de letras mantienen la calidad y la temática habitual con la que siempre han jugado: religión, guerra, injusticia y el mandato Bush. Si algo ha hecho bueno este presidente es inspirar a decenas de grandes bandas a cargar contra su administración. A velocidades más pausadas encontramos joyas como “Dearly Beloved” que recuerda sus grandes momentos de finales de los 80 – principios de los 90, caso similar al de “Scrutiny”. El lado más festivo viene a cargo de “Prodigal Son”, con numerosos cambios de ritmo y una gran línea melódica. En la línea más épica e hímnica situamos a “Grand Delusion” y la sorprendente y experimental “Submission Complete”. Pero si hay que quedarse con algún tema en particular, personalmente elegiría a las veloces y melódicas “Fields of Mars” (con piano incluido) y con la casi metalera “Heroes & Martyrs”.

Para ponerle algún pero quizá personalmente subiría el volumen de la voz de Greg Graffin, algo tapada por las tres guitarras y los siempre presentes coros de la banda, que repite con Joe Barresi a la producción. Parece ser que el binomio Graffin-Gurewitz vuelve a deleitarnos con toda una lección de composición y superan ampliamente a entregas como THE PROCESS OF BELIEF o NO SUBSTANCE y devuelven, en parte, la credibilidad de que Bad Religion, en pleno 2007, son capaces de contentar a sus millares de fans. Esperemos que ninguna otra banda de Epitaph vuelva a triunfar y que Gurewitz no vuelva a tener tentaciones de dejar la banda.