System Of A Down: Mesmerize

Desde la salida del primero álbum de Korn en 1.994
mucho han cambiado las cosas en todo lo referente a nu metal. Después de la
para muchos amada y para otros odiada década de los 80, donde los grupos habían
descuidado el ritmo en pro de la melodia, la historia mandaba un nuevo cambio
que diese a las canciones un total peso al ritmo. Sobre esta base nacieron grupos
como Korn, Deftones y un largo etcétera en el que también se incluye y fue determinante
el disco Roots de Sepultura.

Como en la mayoría de estilos que por decirlo de
alguna manera, se ponen “de moda“, la saturación de grupos que copiaron y volvieron
a copiar los estandartes del estilo marcado por los grupos anteriormente citados
no tardó en llegar y de finales de los 90 hasta ahora, ha habido un gran descenso
en los medios de este tipo de grupos.

En toda esta ola de cantidades ingentes de grupos
haciendo lo mismo, en 1.998 salió a la luz el disco homónimo de System of a
Down. El disco trajó mucha cola y fue una demostración de buen gusto e innovación
por parte de Tankian y Malakian sobre todo, pero también del resto de la banda.
Después de alguna que otra gira con Sepultura y una buena campaña en los medios,
SOAD empezaron a tener una legión de fans bastante considerable y que empezaba
a consolidarles en la escena, sin ello desmerecerselo en ningún momento.

Tres años después en 2.001 salió el segundo disco
de la banda “Toxicity” en el que el grupo se sumió en el punto máximo de fama,
alcanzando a muchísimos públicos, sobretodo el quinceañero que se sentía totalmente
atraído por la música que ofrecía ése álbum. Temas como “Chop Suey” o el propio
“Toxicity” les hicieron archiconocidos a todos los niveles, integrando canciones
en anuncios, emitiendo y siendo protagonistas en MTV a todas horas y todo lo
que se puede esperar de una banda de estas embergaduras. En “Toxicity” la banda
continuaba con el estilo marcado por su LP anterior, y a todo ello le sumaban
diferentes influencias étnicas de las tierras de las cuales eren procedentes
originariamente, en este caso el norte de África. “Aerials” es una buena muestra
de ello.

En 2.003 salió “Steal this album” que les sirvió
para mantenerles en boca de todos durante más tiempo, mientras componían material
nuevo, porque la mayoria de canciones de este álbum habían sido las que no habían
entrado en los dos anteriores discos.

Pues bien, en este 2.005 volvían System of a Down
al ataque con su primero de los dos discos preparados para editarse este año:
“Mezmerize” e “Hipnotize”, éste último planificada su salida a finales de otoño.

Si alguien tenía alguna duda de la calidad, el potencial,
la creatividad y las ganas de comerse el mundo de estos afincados en USA, con
este disco van a callar todas las bocas. Este “Mezmerize” es de lo más potente
que he oído y que se ha editado en el mercado durante todo este año, siendo
el disco más completo de la banda sin posibilidad de negación y siendo cada
canción una maravilla de cambios de tempo, alucinantes melodías vocales por
parte de Tankian (como había sido siempre), contando esta vez con el increíble
diamante en bruto que era hasta el momento a las cuerdas vocales Malakian que
hacía unicamente las suyas con las guitarras en los trabajos precedentes. El
duo vocal que forman es simplemente el mejor que he sentido yo en los últimos
años, es más no recuerdo haber sentido nunca antes en 36 minutos, una media
de 20 tonalidades diferentes de voces por cada cantante dotando al CD de una
riqueza increíble.

Y bueno ya que hablamos de la riqueza de los dos
vocales, ya ni hablar de la riqueza compositiva que puebla todo el disco. System
of a Down no tienen límites y lo demuestran en cada track integrándolas con
todo lo que se nos pueda ocurrir, riffs totalmente trasheros que nos hacen entrar
en un frenetismo incontrolable, cambios de ritmo totalmente inesperados, baterías
muy contundentes, las citadas millones de variantes que van dando el cante,
cientos de matices de otras músicas, podemos encontrar hasta trozos de Reggae
como en “Radio/Video” no sin antes pasar por pasajes cañerísimos totalmente
sello System of a Down. Cabría destacar todas y cada una de las canciones porque
todas se lo merecen, todas disponen de pura esencia, de puro feeling, se nos
meten en la cabeza los enormes estribillos, los grandes riffs, los eficientísmos
ritmos de John Dolmayan acompañado por Odadjian dando un peso rítmico asombrante.
Hablando hasta más de “Radio/Video” en su parte central el dueto a las cuerdas
empiezan a cantar una polka mientras la canción avanza de tempo a velocidades
alarmantes para volver con el pegadizo estribillo y hacernos disfrutar y saltar
de la silla como locos enfervorecidos.

“Old School Hollywood” entra con unos pasajes futuristas
donde la voz está distorsionada y una vez más SOAD no paran de innovar a todos
los niveles, así como “Lost in Hollywood” la única canción relajada del disco
y la más larga, dejándonos respirar después del frenetismo de todo el álbum,
otros temas como “Question!” empiezan de manera relajada para cambiar totalmente
sin avisar y detrozarnos los oídos con buenísimos ritmos. “BYOB”, “Cigaro” (que
posiblemente hayáis escuchado el estribillo en el anuncio del Tekken 5) y “Revenga”
son temas muy destacables del disco, muy a la onda del “System of a Down” en
cuestión de caña, incluso recordándonos a temas del “Toxicity” como “Jet Pilot”
o “Bounce”, pero con las innovaciones propias de este “Mezmerize”.

A resumidas cuentas, es un disco que se debe escuchar
aunque seas un fanático del viejo metal, del nuevo metal y todas esas chorradas
que se inventan demás gente para etiquetar y sentirse puros en cosas totalmente
ridículas. Un álbum muy recomendable a todos los niveles y a todos los gustos,
un CD para los amantes de la música en estado puro.