Gigatron: Mar de Cuernos / Hit Tras Hit

Ha sido toda una sorpresa esta vuelta “a matar” de la banda más ficticia de
todos los tiempos: GIGATRON. Su historia contiene innumerables rumores: que
si su batería quedó impedido en una silla de ruedas (cuando el primer disco
de la banda solo tiene cajas de ritmo!), que si eran una banda de punk, que
si todos murieron por la droga, que si uno curraba en la sala Roxy de Valencia…
unos más ciertos que otros, por supuesto, pero rumores a fin de cuentas. El
caso es que GIGATRON se hicieron con un nombre entre los heavies y los no heavies,
superando con su leyenda de banda parodia underground la fama de muchas bandas
en España. Vamos, me arriesgo a decir que en España hay más gente que sabe quién
son GIGATRON que no CACOPHONY, vamos.  Y que a HELIX. Y que a muchas bandas
consideradas legendarias en el panorama internacional pero que aquí no conoce
ni su bendita madre. Recuerdo que hasta cierta tienda barcelonesa puso en circulación
un CD-R pirata con el primer disco de GIGATRON, agotando las copias del mismo
continuamente… toda una muestra del status alcanzado por la banda

Algunos les entienden y otros no, es lo que suele suceder cuando la banda es
escuchada por algún heavy de estos que les “mola el true metal”. Si un problema
tiene el Heavy Metal, es la carencia de auto-parodia. Por el amor de Dios, ya
se que de los 14 a los 19 años existe el denominado “periodo MANOWAR” en el 
que cualquiera que diga algo malo del metal y grupos consagrados del estilo 
será asesinado a hachazos por el individuo afectado por dicho periodo. Pero
entre eso y no entender que GIGATRON se cachondean de todo lo cachondeable del
estilo es de ser muy necio. Entiendo que para muchos la imagen y filosofía heavy
es toda una forma de vida, pero de ahí a usar las palabras de Joey Di Maio como
si fueran dogmas divinos hay un trecho. No hay mucha diferencia entre ofender
de alguna manera las figuras divinas de un cristiano y meterse un poco con las
bandas sagradas de un heavy, pues la reacción es la misma: ofensa. Ya es hora
de que las cosas cambien un poco ¿no? O alguien cree que toda la parafernalia
del Heavy Metal es cierta? Claro, claro…

Ciertamente, “Mar de Cuernos” no es un disco a la altura de la expectación
creada. Tiene buenos momentos y algunas letras descacharrantes, pero por norma
no suele alcanzar el nivel desternillante de “Los Dioses Han Llegado”. Aquel
disco proviene de otra epoca, donde no existían ni Anton Maiden, ni Nanowar,
ni Dokaka, ni demás colecciones de bandas parodia o inviduos parodiadores del
Heavy Metal. “Los Dioses Han Llegado” fue un festival de risas sin fin, mientras
que en “Mar de Cuernos” la cosa parece un poco más forzada.  Hay temas como
la trilogía de “Warrior Of The Barrio” que suenan muy forzados, aunque muchos
otros tienen muchos puntos a favor. “Banderas de Roña”, que abre el disco, es
el “Bad To The Bone “ de GIGATRON, con claras reminiscencias a RUNNING WILD. 
También hay canciones como “Espiz Metal” , que para lo que uno espera de GIGATRON
es bastante bueno, o “Mi Hacha Hizo Tu Culo”. Entre los mejores momentos podemos
incluir “Walking By My Barrio”, un hijo bastardo del”What Do You Do For Money
Honey” de AC/DC, “Alma de Animal” y el mejor del disco para mí: “Negro de Cojones
(Nigger Of The Balls)”. Dejando de un lado las connotaciones dudosas de la letra
del tema (evidentemente, todo con humor), el tema es para reírse un rato.

Es bastante más recomendable y cachondo el disco “prohibido” que la banda regala
a través de internet mediante un codigo que aparece dentro de la caja del CD.
En el si que encontramos adaptaciones en toda regla. “Grabame el de Slayer”
es “Livin’ On a Prayer”, “Muerdelo” es “More Than Words” y el genial “Caballón”
es el “Carry On” de MANOWAR. Realmente geniales las adaptaciones, con algunas
letras realmente desternillantes.

No se si esto será el inicio de la invasión GIGATRÓN o un digno fin a la leyenda
de la banda. El caso es que Charly Glamour y los suyos han vuelto y aunque la
música sea lo de menos, el cachondeo que les rodea hace que merezca la pena
desconectar un poquito de la seriedad metalera habitual y partirse el pecho
un rato con estos valencianos.