Bruce Springsteen: Magic

Rumores de divorcio, Patti Scialfa con disco en solitario… alarma roja para sus millones de fans que verán en MAGIC una vuelta a la calma, dudas despejadas y la E Street Band de vuelta. Es habitual que los discos del Boss sean valpuledados por sus detractores y alabados con prudencia por parte de sus más acérrimos fans y MAGIC no será excepción. El nuevo siglo ha visto obras que lejos están de discos flojos como LUCKY TOWN o HUMAN TOUCH pero que tampoco se acercan a sus obras más universalmente aclamadas. Tras escuchar MAGIC varias veces se podría comparar perfectamente, en lo musical, con THE RAISING. Dicho disco era un llamamiento optmista a sobreponerse al duro golpe que supuso para el mundo el 11-S y contenía un single clarísimo como fue “Waitin' on a Sunny Day”, en MAGIC quizá no exista un single tan instantáneo pero el material del disco es mucho más notable y homogéneo que el de 2003.

Enseguida desctaca “Radio Nowhwere”, single emitido hace ya algún tiempo por las FM de todo el mundo y que con poco más de tres minutos nos convence con sus historias de toda la vida y avisa que el tema va para nuevo clásico. Mucho más eléctrico que en anteriores entregas y con el infalible solo de saxo por parte del gigantón Clarence Clemons. Buen estribillo y magnífica composición que contiene todas las señas de identidad que siempre le han caracterizado. Desgraciadamente el single engaña un poco pues los tiros en MAGIC van por otros derroteros. Pero si hay un gran momento aquí no es otro que la preciosa balada-joya “Magic”, íntima, cargada de emotismo, facturada en unplugged y por la mandolina de Van Zandt. Tiene un toque western que la hace realmente “mágica”. Otra a destacar sería la excepcional “Livin' in the Future” (buena letra), enorme candidata a quedarse durante mucho tiempo en los set-list de la banda y con cierto aire a lo grabado en el atemporal BORN TO RUN. Ocabe destacar también la orquestada “Last to Die” con unas armonías de violín y unos coros realmente conseguidos Las labores de Brendan O'Brien tras los controles son exquisitas, destaco especialmente el sonido de batería del gran Max Weinberg. Los medios tiempos dominan el compacto como “Your Own Worst Enemy” o la acústica con armónica incluida “Gipsy Biker”, con más presencia en los coros de su mujer Patti.La concesión poppie viene de la mano de “Girls in their Summer Clothes”, una onda más comercial con la que se desenvuelve a la perfección y con el estribillo coreable de turno (lalalalala…). Retoma el pulso rockero y la electricidad “I'll Work for Your Love”, pero transita en aguas apacibles y calmadas. En la misma onda encontramos a “Long Way Home”, aunque precisamente esta no se salva de ser de las menos destacadas. “Devil's Arcade” es un crescendo emotivo que parece extraído de las sesiones de grabación de THE RISING y cierra el compacto la folk “Terry's Song” a piano y a dúo con su señora esposa.

La sensación de que suena a Springsteen de toda la vida es un hecho, pero a la vez también queda esa otra sensación de que algunos temas parece como si ya los hubieras escuchado alguna vez. La sombra del autoplagio nunca llega a cernirse pero sí que hay esas “sensaciones” en algunas de las composiciones. Sus más clásicos seguidores preferirían algo más de velocidad y rock a la antigua usanza, pero excepto “Radio Nowhere” y algún destello que otro domina más el intimismo y la madurez compositiva.

A primera vista la edición en digipack parece sencilla e impropia de un artista como Bruce, pero el papel satinado del libreto y las fotos harán las delicias de sus muchos seguidores. No será una obra clave en su carrera ni existen grandes innovaciones pero está a la altura de la leyenda y contiene dos o tres canciones dignas de ser recordadas. Puede que muchos consideren a Sprinsteen acabado o repetitivo, pero sus apabullantes directos o discos interesantes como el que aquí reseñamos deberían ser suficientes para acallar las voces críticas. El Bruce de estos últimos tiempos que toma opiniones políticas y rescata a viejos rockeros del olvido parece que puede dar todavía más de una alegría en un futuro próximo.