Starbreaker: Loves Dying Wish

Tony Harnell es conocido básicamente por ser la voz de TNT, banda noruega de hard rock que obtuvo cierta repercusión en los 80 y que no hace mucho partió peras con el protagonista de esta crítica. Se aleja bastantes pueblos de lo meloso y hard de esos tiempos, pero es innegable que don Harnell ha encontrado en Magnus Karlsson una media naranja artísticamente ideal.

Sorprende espectaculamente el sabor y rollo absolutamente a lo Conception (también noruegos, no puede ser casualidad…) que llevan en “End of Alone”, toda una maravilla que demuestra que el dueto de compositores Harnell y Karlsson forman un tándem espectacular. Si a ello unimos una voz genial que sube y toca las cotas de un Michael Kiske (en algunos momentos), pues claro, el resultado es más que remarcable.

Definir este disco como hard rock es un grave error. Sí que evidentemente hay bastante de hard pero con un tratamiento muy intimista, muy personal y a velocidades medias en las que las melodías son lo más importante. Los estribillos de “Evaporate” o “Loves Dying Wish” son una excelente muestra de todo ello. Es como si ambos músicos se hubieran empapado del "In Your Multitude" y el "Flow" de Conception y hubiesen desnudado todos los elementos progresivos hasta dejarlos desnudos pero presentes.

Estelar es “Unknown Superstar”, un corte imaginativo que fluye de manera armónica, pasando por un puente y un estribillo excepcionales o “Hello, Are You Listening”, que combina subidas y bajadas con un estribillo genial y un Macaluso que juega sabiamente con la apertura del charles de batería. Más delicadas y sinceras son “Hide”y “Building a Wall”, cercanas a lo que puede haber hecho Kip Winger en su última obra o un Ray Wilson en su etapa de madurez actual. Precisamente Winger ha jugado bien con las orquestaciones, tecnología y samplers, y parece que Starbreaker también se han apuntado al mismo carro. De hecho en cada tema puedes notar que tienen una notable presencia, suficiente para provocar urticarias a muchos de los que disfrutaron de su disco debut.

Uno de los puntos flacos es que hay una unidad estilística demasiado homogenea, y puede que haya algún corte que peque de repetitivo, así como esa aura oscura y triste que impregna todo el disco. Pero en general cada tema tiene su qué.

No es metal, no es AOR, no es ni hard rock, pero cuando alguien es capaz de jugar con las melodías y conseguir un trabajo tan brillante, deberíamos aparcar las etiquetas. Agradable a la escucha como pocos y toda una sorpresa. Lástima que va a ser de esos discos que caen en el olvido desde el mismo día de su aparición. Va a ser vilipendiado por muchos que adorarán por encima de todo su anteior obra, o todo lo que ha grabado con TNT, pero de verdad que si eres de mente abierta vas a difrutar de lo lindo.