Sonic Syndicate: Love And Other Disasters

Jóvenes, muy jóvenes son SONIC SYNDICATE. Y se suele decir que los jóvenes talentos están llamados a suceder a los antiguos. El caso es que el sexteto sueco no me llegó a convencer hace un año en su primera obra con Nuclear Blast (tras ganar un concurso organizado por la misma), tras haber debutado dos años antes con ‘Eden Fire’. Mucha foto promocional, mucha bajista buenorra, pero en lo musical, al fin y al cabo, no me llamaban más allá de un par de buenos temas, en un estilo de death melódico muy americanizado.

Pero rectificar es de sabios. Seguramente ‘Love And Other Disasters’ no pase a la historia, pero aporta un ápice de personalidad del que su antecesor carecía. La banda se muestra más asentada, y el tener una compañía detrás como la que tienen, les hace tener un estado más o menos cómodo. Si se añade el hecho de estar compartiendo gira con una realidad como GOJIRA, y unos pesos pesados como IN FLAMES, solo se puede esperar de ellos que su legión de seguidores vaya en aumento. Eso, o sufrir el desprecio de algún sector del público que no comparta su música…

El caso es que, a priori, la banda debería gustar a los fans más modernos de sus compatriotas suecos liderados por Anders Friden. Canciones potentes, alternancia de melodía y agresividad en las voces, concesiones a baladas, algún tema suelto más accesible y de tirón más fácil… El caso es que saben aprovechar el espacio de maniobra que dan solo diez temas. ‘Encaged’ es un buen comienzo para dar a conocer su música, seguido por el embrutecimiento inicial de ‘Hellgate: Worcester’, donde los cambios de melodía se hacen mucho más bruscos, pero sin que Richard Sjunnesson salga mal parado. El pie se levanta en parte del acelerador con ‘Jack Of Diamonds’ (primer single) o ‘Damage Control’, sin dejar de lado su dualidad, y con una presencia mucho más marcada de los teclados, que en la mayor parte del resto de temas aparecen en muy segundo plano.

La relajación es casi completa en ‘Contradiction’, el tema más blando de todo el álbum, bien compaginado con ‘My Escape’, que han elegido como segundo single y carta de presentación junto a la salida del disco… quizá erróneamente, pues aunque sea perfectamente radiable, no da ni una pequeña idea real del sonido del grupo. Y no digo que hubiera sido acertado hacer la elección de ‘Red Eyed Friend’, quizá el tema más duro de ‘And Other Disasters’, pero algo a medio camino como ‘Affliction’ no hubiera estado nada mal.

En definitiva, mucho riff, mucha melodía, muchas influencias modernas… pero llevadas a cabo mejor que en ‘Only Inhuman’; si en paso adelante que apuntan en estudio respecto a su madurez y personalidad es acompañado en sus actuaciones en la extensa gira que llevarán a cabo, entonces sí puede ser que el talento joven de estos vaya jubilando a otros. Como punto negativo, incomprensible que dos de los mejores temas de estas sesiones hayan sido incluidos tan solo en la edición digital del disco. Ya se sabe que hay que aprovechar los avances tecnológicos…