Por lo general no suelo sentir excesivo fervor ante la idea de tenerme que enfrentar a un disco instrumental. En su mayoría, suelen aburrirme soberanamente más allá de algunos temas muy puntuales, de artistas muy puntuales. Peor me lo ponen cuando estos optan por innovar y experimentar con su instrumento rompiendo las barreras del campo del Rock/Metal y se adentran en terrenos pantanosos como la música electrónica, la fusión y demás. Es obvio que existen gustos para todo, pero estoy convencido que incluso los más acérrimos del guitarreo habrán puesto el grito en el cielo ante algunas de las últimas obras de gente como Joe Satriani, Steve Vai o Paul Gilbert. Los hay que hasta aburren a los propios guitarristas.

Dejando por descontado de lado a Yngwie Malmsteen, por el que siempre he sentido cierta fascinación mórbida y enfermiza, y algunos discos instrumentales guitarreros de 15 años para atrás (Factoría Shrapnel – Mike Varney, principalmente, para que nos entendamos) los discos instrumentales no suelen ser, bajo mi punto de vista, más que un compendio de ejercicios de guitarra plasmados en un mismo trabajo, con bases rítmicas, muchas veces programadas y poco más. Su finalidad, en muchos casos, que no en todos, responde a la necesidad de satisfacer al ego de los deboramástiles metálicos que encuentran en este tipo de productos un lugar idóneo para arremeter con todo su arsenal de solos sin que nadie rechiste lo más mínimo y se entrometa donde no le llaman.

Marty Friedman, sin embargo, me parece un tipo con mucha más cabeza que el 75 % de flipados solistas que corren por ahí. Ni que decir cabe que su "Dragon's Kiss" en solitario del 88 o el legendario "Speed Metal Symphony" de CACOPHONY publicado justo un año antes deberían ser de obligada escucha para todo aquel que quiera entender y degustar un trabajo solista recargado, pero sólido, inimitable, original y personal, sublime. De hecho, la inmensa mayoría de los mortales ligarán su nombre al de MEGADETH en su etapa más popular comprendida desde "Rust in Peace" del 90 hasta "Risk" del 99, en la cual encontramos material guitarrero memorable en elevadas dosis.

Si conoces de una u otra forma el legado más metálico de Marty Friedman y de hecho, te gusta, no deberías perder la ocasión de hincarle el diente a este fenomenal "Loudspeaker". Seguramente, y tengo constancia de ello pues he ojeado un poquito por el submundo cibernético, muchos puristas de las 6 cuerdas y los discos instrumentales no vean con buenos ojos el acercamiento comercial y la accesibilidad de muchos de los temas que este disco contiene. A tomar viento. Siempre les quedarán los últimos ladrillos editados por Vai y compañía (Steve Vai, por cierto, colabora en este disco junto a John Petrucci y Billy Sheehan). Al resto de mortales, guitarristas y no guitarristas, les interesará saber que también se publican discos instrumentales para todos los públicos, repletos de grandes melodías, pegadizas, díganle si lo prefieren comerciales, que enganchan a la primera y no abusan ni saturan demostrando 1000 y una veces lo bien que saben ejecutar técnicas imposibles para el resto de los mortales. "Loudspeaker", ante todo, contiene canciones, no ejercicios de guitarra. Y sin voz, échale.

Las influencias de Marty denotan un gusto exquisito por los pasajes melódicos más delicados, que en muchas ocasiones me han recordado enormemente a Brian May, así como su lógica adaptación del estilo cacofónico neoclásico recargado hasta la extenuación latente en los 2 discos editados por CACOPHONY hace 20 décadas. De la misma forma, Marty, a pesar de sus pintas chaqueteras y su fama de "vendido", no ha olvidado como se tocan los riffs más jodidamente metálicos que te puedas tirar a la cara, por lo que no te extrañe si das con algún que otro pasaje potente, rozando el Power/Speed/Thrash de los MEGADETH de antaño o los citados CACOPHONY.

No te dejes llevar por las apariencias. Es cierto que Marty Friedman decepcionó a muchísima gente cuando abandonó MEGADETH (Servidor, y fan confeso incluido) tras aquel pedrusco sonoro de nombre "Risk". De la misma forma, las pintillas que se gasta y sus colaboraciones con tropocientos artistas de Pop japoneses deberían hacernos pensar que este tipo perdió el norte y hace tiempo que olvidó cómo se ejerce con una guitarra eléctrica a hombros. Paparruchas. Ojalá cualquiera de los discos editados por MEGADETH en los últimos 10 años tuvieran algunos de los punteados que "Loudspaker" contiene.

Desconozco que ha llevado a Marty Friedman a sacar a estas alturas un disco así. Básicamente porque desde que se mudó a vivir a Japón hace ya algunos añitos, su popularidad, al menos en el país del sol naciente, ha crecido como la espuma y de hecho se sabe que vende más discos y toca ante mayores audiencias que cuando militaba en MEGADETH.

Resulta curioso porque el señor Friedman, a día de hoy, es toda una celebridad en Japón. A parte de aparecer en programas de máxima audiencia junto a su colega Paul Gilbert, ha compuesto música para series, spots, videojuegos, programas televisivos y demás de enorme éxito. Para más inri, suele ejercer como guitarrista de gira con algunas de las mayores estrellas del Pop Japonés, un estilo que muchos divisarán como algo exótico, pero que vende millones y millones de copias en ese país (Vi las cifras por ahí hace un tiempo y no daba crédito).

Sí, Marty Friedman adora la música de Britney Spears, ¿Qué más dará? Un trabajo como "Loudspeaker" no deja lugar a duda; Cuando Marty Friedman quiere, no tiene rival.

Javi Félez (Javi Metal)

Grupo:Marty Friedman

Discográfica:Mascot Records / Mastertrax

Puntuación:9

Canciones:

  1. elixir
  2. street demon (santa rosa wrecking crew mix)
  3. black orquid
  4. paradise express
  5. sekai ni hitotsu dake no hana
  6. glycerine flesh
  7. stigmata adiction
  8. viper
  9. coloreas mi vida
  10. devil take tomorrow
  11. static rain (noizu no ame)

Año:2006