Jeff Lynne: Long Wave

El nombre de Jeff Lyne es absolutamente legendario. Estuvo en The Move y posteriormente fue el mastermind de la Electric Light Orchestra, pero también ha escrito muchísimos éxitos para otros artistas y estuvo en el barco de los Traveling Wilburys, posiblemente, el supergrupo con más estrellas de la historia de la música. Muchos le consideran uno de los mejores compositores de la historia, y razón no les falta. Hace ya 11 años que no editaba nada, y menos en solitario. Nada más y nada menos que 22 años desde su única edición en solitario. El caso es que Frontiers Records siguen estirando sus tentáculos y se quedan con lo mejor del rock y el hard. Serafino (capo de Frontiers) está detrás de este fichaje y este disco. No es propiamente un disco en solitario, pues aquí, Jeff, abre un abanico de temas que le marcaron su juventud e hicieron que se interesara por el mundo de la música. Son todo temas sublimes en los que el artista le ha puesto mucho de su parte. Adaptaciones bonitas en las que Lynne hace de Juan Palomo y toca todos los instrumentos además de ocuparse de la producción.

La belleza de “She” es absoluta, con esa calidez de guitarras acústicas y voz. El propio Lynne está detrás de los coros. La mayoría de temas son históricas baladas de mediados de siglo XX. “If I Loved You” sigue la tónica, pero no llega al nivel de la anterior. Tampoco brilla especialmente la colosal “Beyond the Sea”, un tema que bien podría haber quedado mucho mejor. Quizá la batería sea el punto más flojo del disco. Definitivamente Lynne es mejor cantante, teclista y guitarrista que percusionista. El single claro es “Mercy, Mercy”. Posiblemente la mejor de todas ellas. Engancha con ese deje de espiritual negra y esos coros. “Running Scared” es un homenaje en toda regla al dios Roy Orbison. Para Lynne siempre seráa querido hacer. Estoy seguro que Serafino mpre hab "emente sea el principio de una os temas "onista.o de la m el mejor cantante de a historia (y sinceramente, no puedo estar más de acuerdo con él). Ha quedado realmente bien, y no es nada fácil calzarse los zapatos de Orbison…

Todos los cortes están realizados con sumo mimo, con esos teclados de colchón y esa voz de ángel. “Smile” es otro de esos cortes preciosos, compuesta originalmente por Charlie Chaplin, John Turner y Geoffrey Parsons. Los cortes son cortos en duración, pero en el sencillo libreto se acompañan de unas líneas del propio Lynne en las que nos habla de cada uno de ellos. “At Last” te transporta a otra época, a otro tiempo. “Love Is a Many Splendored Thing” posee esa sobredosis de coros que luego influenciarían a los Beach Boys. Lynne cuenta que tuvo la oportunidad de llegar a conocer a Sammy Fain (compositor del tema) y que le dio unos buenos consejos de composición, que tan bien aprovecharía en posterioridad. No podía faltar en esta criba el clásico de Chick Berry “Let It Rock”, en palabras de Lynne: el tema que en los 60 todos los grupos de Birmingham querían tocar. Le falta algo de garra, pero como tributo es excelente.

Es bueno tener a Lynne de vuelta, pero sobretodo es bonito volver a escuchar todos esos temas “antiguos” con tanta carga emotiva. Otros tiempos en los que la música iba por otros derroteros y en los que las melodías y los arreglos mandaban por encima de todo. Posiblemente sea el principio de una época mucho más activa para el bueno de Jeff Lynne. Vemos en este “Long Wave” un extracto de la banda sonora musical del músico. Nos abre el corazón y realiza un disco que, posiblemente, siempre había querido hacer. Estoy seguro que Serafino Perugino va a mimar a Lynne como a ningún otro músico. Habrá también un disco recopilatorio de la ELO paralelo a este, y evidentemente, es la antesala de otro disco, o con material nuevo en solitario, o bajo el inmortal nombre de la ELO.