Uriah Heep: Live in Armenia

Enésimo disco en directo con DVD de Uriah Heep, y para variar grabado más allá del antiguo telón de acero. Esta vez el país afortunado es Armenia y el combo sigue demostrando que todos sus coetáneos palidecen si comparamos el nivel de directo actual. Es una lástima que los Heep hayan quedado como banda de culto y un bonito recuerdo de los 70 cuando siempre han ido editando discos de estudio realmente buenos y avasallando el mercado con directos. Box y Shaw siguen con su feeling y elegancia y encandilan al público como les da la gana, a golpe de clásico o metiendo nuevas composiciones que en ningún caso desentonan.

Es alucinante ver como el grupo hace esos coros vocales envolventes ahora que tantas bandas tiran de coros pregrabados. La majestuosidad es enorme. Las pistas de audio componen dos CDs, pero son los mismos cortes que el  DVD. Es un DVD sin extras, sólo música, tampoco entrevistas ni esos intentos de llenar minutos que sólo los ves una vez en tu vida. La primera parte demuestra que el material nuevo funciona de maravilla con la genial “Wake the Sleeper”, qué gran inicio, y con cortes como “Overload” o con los coros geniales de “Tears of the World”. Poco a poco van cayendo los clásicos hasta llegar a una recta final sublime.

El DVD es el típico directo de Uriah Heep, por lo que a nivel de cámaras es bastante mejorable. La audiencia llena un gran recinto, algo pelado y poco espectacular. Nos volvemos a emocionar con pedazos de historia del rock como “Stealin”, el himno imperecedero “Easy Livin”, la fiesta karaoke que es “Lady in Black” o las épicas y adictivas “Gypsy” (atención al solo de teclado de intro y a su crescendo) y “July Morning”. Todos los instrumentos brillan, especialmente el teclado de Phil Lanzon, pero también la contundente y precisa base rítmica del grupo inglés. Los solos son puntuales pero breves y efectivos, muy pirotécnicos. Como deberían ser siempre.

Si todavía desconoces (pecado) al grupo, puede que sea una buena opción hacerse con este doble CD-DVD, más que nada para entrar en su legado y ver cómo suena la banda actualmente. Luego recuerda que los tiempos de gloria fechan de los 70. Qué gran injusticia es que sean recordados como los hermanos pobres de Deep Purple cuando la banda iba por otros derroteros y llegó a firmar obras tan imprescindibles como las de Blackmore y compañía. Es curioso que todavía no haya visto a Uriah Heep en directo pues es el grupo del que poseo más DVDs en vivo… ¡Algo me dice que este 2012 caen!