Marco Mendoza: Live For Tomorrow

Marco Mendoza era un práctico desconocido para todo el mundo hace escasamente siete u ocho años. El sensual bajista de raíces hispanas consiguió dar el salto cuando entró a formar parte de Thin Lizzy en la gira de “reunión”, cuando a John Sykes y Scott Gorham les apeteció recordar el legado de don Philip Parris Lynott. Si bien en aquella primera gira Mendoza era bastante más timido sobre el escenario, a la segunda ocasión ya había evolucionado a pasos agigantados. Luego ya se lo rifaron: Ted Nugent, Soul Sirkus, Whitesnake, Dolores O’ Riordan de CRANBERRIES… Y , ciertamente, con motivos. Hubo una época en la que la sección rítmica formada por Mendoza y el batería Tommy Aldridge se cotizó casi tanto como la que formaban en los años ochenta Neil Murray y Cozy Powell.

Tirando de amigos, conocidos y sobretodo buenos músicos, Mendoza explora ahora los límites de su creatividad con un primer disco en solitario en el que comparte créditos con Richie Kotzen. Kotzen produce y toca en todo el disco, pero el disco sigue siendo etiquetado con el nombre “Marco Mendoza”, algo bastante curioso en una epoca en la que hay mil proyectos con el binomio como denominación principal. El disco es variado, sin sorprender en exceso. Se podría considerar un cruce entre los últimos discos de estudio de Glenn Hughes, un poco de rock y funk con sabor 70’s y el toque melódico propio de cualquier banda de hard de los años ’80.

El elenco de aritstas invitados es envidiable, aunque la mayoría de ellos con una conexión cercana a Mendoza.  Por ejemplo, steve Lukather toca la guitarra en la segunda canción del disco, “Live For Tomorrow”, la que da título al álbum. Ted Nugent pone el punto guerrero al disco con un solo de guitarra absolutamente brillante en “You Got Me”. El guitarrista de Whitesnake, Doug Aldrich, pone el punto más ochentero al sonido del disco en el tema “Your Touch”, donde actua como guitarrista principal con toda la clase y estilo que le caracteriza. En el capítulo de baterías, Tommy Aldridge atruena la base rítmica de “In My Face “ y “Broken”, donde demuestra que cuando toca con Mendoza hay cierta mágia en las interpretaciones de ambos. Por último, Brian Tichy de Guns N’ Roses toca en “Lettin’ Go”, “I Want You” y “Still In Me”. Por lo que parece, todo lo demás lo han tocado Marco y Richie haciendo gala de ser multiinstrumentistas.

Es extraño ver a Mendoza en un papel tan protagonista, especialmente cuando en todas las bandas por las que pasa tiene líderes y frontmans que tapan todo lo que hay alrededor, como es el caso de David Coverdale, Jeff Scott Soto y Neal Schon o John Sykes y Scott Gorham. Ahora es el turno de que Mendoza brille con luz propia y con un disco en solitaro tan inspirado como éste, la cosa no puede ir demasiado mal.