Foo Fighters: Live at Wembley Stadium

Me cuesta enormemente pensar que hubiera sido de Dave Grohl de haber permanecido siempre tras la batería de Nirvana y a la alargada sombra de Kurt Cobain. Y lo digo como fan y seguidor de Nirvana, pero aunque hace ya quince años se nos fuera un icono musical de la década de los 90, lo que ha quedado claro con el paso de los años es que nació otro.

En su momento Foo Fighters se vio como una especie de grupo tan solo para aprovechar el tirón, digamos, comercial, de ser la banda del batería de Nirvana. Así fue con los dos primeros discos, pero poco a poco Dave Grohl se iba haciendo un hueco, y sobre todo, un nombre en el ámbito musical, más allá de la escena alternativa de Seattle. Los reconocimientos empezaron con los dos grammys consechados con «There Is Nothing Left To Loose», aumentados después con dos más en el 2003 y 2004, y rematados el pasado 2008 con otros dos.

No creo que muchos creyeran lo que iba a conseguir David Eric Grohl con el paso de los años, excepto él. Aparte de esos premios, el reconocimiento por un sector amplísimo del mundo de la música, colaborando con nombres tan distintos como David Bowie, Tenacious D, Queens of The Stone Age, NIN o Juliette And The Licks. Aparte, también tuvo tiempo para crear su propio proyecto de metal, Probot, donde artistas como Lemmy, King Diamond o Max Cavalera prestaban su voz a las composiciones de Grohl.

Y tampoco creo que muchos creyeran que catorce años después del fin de Nirvana, Foo Fighters fueran capaces de llenar dos noche seguidas el mítico estadio de Wembley. Y eso es lo que encontramos en este maravilloso dvd. Con tan magnífico acontecimiento, incluso se perdona la carencia de cualquier tipo de extras al concierto, o el hecho de mezclar temas de ambas noches… incluso la ausencia de dos clásicos como «Big Me» o «This Is A Call», que aún interpretadas, no están en el producto final… una pena. Se pueden echar de menos algunos temas, como «Low», «Generator» o «Aurora», pero por curioso que parezca, al final uno queda tan satisfecho, que omite esos detalles.

Desde el principio, impactan todas las imágenes. Las de una marea de público considerable, las panorámicas, las de ese escenario giratorio mastodóntico con plataformas para los músicos de acompañamiento, la pasarela que separa al público por la que Grohl corretea y se da baños de multitudes… pero sobre todo, impacta el carisma que es capaz de transmitir y la facilidad para movilizar a tanta gente. «The Pretender», «Times Like These», «No Way Back»… el comienzo es espectacular, y apenas faltan temas en un repaso casi perfecto a su carrera. El resto del grupo acompaña a la perfección, con Nate Mendel en su línea desapercibida, Chris Shiflett muy dinámico, y Taylor Hawkins espectacular en la batería y los coros. Mención especial para Pat Smear, que forma parte de esos músicos de acompañamiento que llevaron en la gira, junto a Rami Jaffee al teclado, Drew Hester en la percusión (que incluso se marca un solo de triángulo), y Jessy Greene al violín y violonchelo.

Temazo tras temazo, se cuelgan las acústicas para » Skin And Bones» y «Marigold», e incluso para una emotiva versión de «My Hero», en la que escuchar a todo el público cantar el estribillo en ausencia de la voz de Grohl pone la carne de gallina, y demostrando saber desmelenarse incluso en estos momentos. Pero lo que preside el concierto en todo momento es un buen rollo tremendo. Por ejemplo, el citado solo de triángulo de Hester, o las constantes bromas y guiños que tienen tanto en las presentaciones de todos, como en las dos horas de concierto, demostrando el buen humor que tan bien les vendría a algunos; ni siquiera los discursos de Dave se hacen pesados. Pero por encima de todo, tienen momentos increíbles con la música; «Everlong» es quizá el momento más especial, con Grohl solo al final de la pasarela con su guitarra, y con el acompañamiento del resto de la banda solo al final, enlazándola directamente con » Monkey Wrench», y terminando el cuerpo del concierto con «All My Life».

Pero unas noches tan especiales, tenían que tener algo reservado. Y esas fueron las versiones de «Rock And Roll» y «Ramble On» de Led Zeppelin con las colaboración de John Paul Jones y Jimmy Page, e intercambiando para la primera de ellas Hawkins y Grohl sus papeles, ocupando este último la batería, y dejando las voces a Taylor (que también cantara antes «Cold Day In The Sun»), y demostrando ambos su polivalencia. Ante esa sorpresa, pocos podían esperar que el final de una actuación tan mágica pudiera superarla… pero lo hace, porque ver la interpretación de los cuatro miembros oficiales del grupo, esta vez sin adornos ni arreglos, de «Best Of You», con tantos miles de personas entregadas, y con un Grohl emocionado, aparte de rozar lo épico, no tiene precio.

Antes decía que este dvd no tiene nada malo, y quizá mentía. Porque el hecho de que lleven tanto tiempo sin pasar por España, de que hayan anunciado su retirada momentánea de la música, y se haya anunciado un recopilatorio que debía haber salido en navidades, pero se ha retrasado hasta marzo, hace que las esperanzas de ver un grupo tan buenos como ellos por aquí se convierta en una misión imposible.