The Dresden Dolls: Live at the Roundhose

El presente siglo XXI, en cuanto a lo musical se refiere, se está caracterizando por la falta de ideas frescas y de bandas con vistas a marcar una pauta a seguir, o capacitadas para ser grandes y triunfar. Afortunadamente para el mundo en 2004 vio la luz un disco que apuntaba realmente alto, un disco muy diferente y cautivador titulado The Dresden Dolls.

Las muñecas de Dresden (fabricadas en la ciudad alemana antes de la 2ª guerra mundial), son Amanda Palmer al teclado y las voces junto con Brian Viglione, gran batería y ocasional guitarra y cantante. Estos chicos de Boston sentaron cátedra con su segundo disco, el citado The Dresden Dolls y mostraron al mundo las posibilidades que ofrecen con su cabaret punk brechtiano. Tan singular apuesta aglutina los géneros aquí citados y desarrollados posteriormente en su siguiente Yes Virginia, ya en Roadrunner Records.

Es excepcional ver como con tan sólo dos componentes pueden llenar tanto un escenario y conseguir la multitud de efectos, tanto visuales como musicales. Algunos ya les han colgado el cartelito de góticos pero afortunadamente van mucho más allá de las simples etiquetas, quedan fuera y consiguen ser inclasificables. Acaban de sacar al mercado su segundo DVD en directo en el que se muestran ya como una banda consagrada celebrando un show especial en el mítico Roundhouse londinense.

Funambulistas, payasos tristes y muchas muñecas de porcelana humanas se pasean y colaboran en un dinámico espectáculo que peca más de cabaretero infantiloide que de punk. La abarrotada sala londinense muestra un público cool y adolescente cantando de cabo a rabo todos y cada uno de los temas. Es curioso, prometían como banda de culto pero apuntan más a banda de moda; algo que conlleva consecuencias futuras buenas y no tan buenas, pero servidor entiende que esta banda pueda llegar muy alto pues son como las películas de Walt Disney: aptos para todo tipo de público.

La interpretación de los cortes es excepcional y destaca tanto la peculiar voz de Amanda Palmer como el dominio en las baquetas del mimo. A resaltar las fenomenales “Sex Changes”, la preciosa “Mrs O” o “Dirty Business”. Los grandes momentos llegan con la celebérrima “Coin Operated Boy” y ese interludio en que suenan como si de un disco rayado se tratara, “Slide”, “Mein Herr” o “The Jeep Song”. Como no el final llega de la mano de la punk y cañera “Girl Anachronism”.En ”Two Headed-Boy” y la jazzística ”Mandy Goes to Med School” Viglione se calza la acústica y ambos músicos se lucen con su particular solo-pique de teclados y batería demostrando sus dotes como instrumentistas. Desgraciadamente no hay versiones duras, inolvidable la de “War Pigs” de Black Sabbath que solían ofrecer en sus directos, sus nuevos fans disfrutarán más con la coreable, multitudinaria y con bengalas incluidas “Sing”.

Hartan algo las intervenciones de los invitados e invitadas, especialmente si a uno no le gustan los mimos, pero vaya, es innegable que es un espectáculo trabajado y espectacular. Probablemente podrían haber dedicado pleno protagonismo a la música, que no deja de ser grandiosa y el principal valuarte del grupo. El booklet del DVD es extenso y hay una explicación de cada uno de los invitados que suben al escenario, algunos repiten de su último DVD. Los extras cuentan con un par de temas que han quedado fuera (atención a la genial “Delilah”) y las tópicas entrevistas a los componentes.

Puede que muchos prefiramos a The Dresden Dolls en un teatro pequeño, lleno de humo y alcohol rancio más acorde con su estilo, pero ya nos podemos ir olvidando, a los de Boston les espera un futuro repleto de éxitos y las grandes salas serán su ecosistema a partir de su próximo trabajo.