House Of Shakira: Lint

Ocho años han pasado ya desde la publicación de ‘Lint’, el álbum debut de esta
personal banda de hard rock procedente de Suecia. Desde entonces, otros tres
discos de estudio, un recopilatorio y un directo han llevado a la banda a ser
indudablemente uno de los puntales del hard rock escandinavo y, por tanto, de
toda Europa.

Ahora House of Shakira nos presentan la reedición de su primer álbum, con
mejor producción y sonido y algún bonus extra para añadir interés a este
lanzamiento. Quizá algunos consideren que ocho años es un muy corto espacio
de tiempo para lanzar la reedición de un disco, pero puede servir para que
personas que les desconocían se animen a escuchar un disco que de por sí se
deja oír a la perfección, y puede ser la puerta de entrada para que mucha
gente conozca a una banda que merece un mayor reconocimiento del que posee.
Desde luego, méritos musicales le sobran a un quinteto del que esperamos con ansia un próximo álbum de estudio.

Aunque podríamos encuadrar a esta banda dentro del hard rock más clásico,
sus características les convierten en una banda única. Desde la maleable voz
de Andreas Eklund hasta las peculiares melodías con constantes guiños a otras
culturas, todo en House of Shakira parece ser distinto y al mismo
tiempo poderosamente atractivo. No encontramos grandes diferencias entre el
viejo y el nuevo ‘Lint’, pero siempre es de agradecer volver a oír y
recordar un magnífico álbum de hard rock como lo es éste.

Una breve intro de aires arábigos nos sumerge en ‘Morning over Morocco’, con
un arranque enérgico donde la batería de Tony Andersson da pie a un inicio
in crescendo en el que la poderosa guitarra de Mats Hallstensson marca la pauta
dominante del álbum, la vitalidad. Desde la primera canción, la banda
muestra una frescura que, sin salirse de los cánones clásicos del estilo, les
hace diferentes, cosa que se agradece enormemente. Clásico, sí, pero al
mismo tiempo personal y diferente. Y mucho tiene que ver en este asunto la inconfundible
voz de Andreas Eklund.

‘Lint’, la canción de que da nombre al disco, es otra de las genialidades
de un álbum realmente completo y sin fisuras. Grandioso tema que de nuevo tiene
ese aire de fuerza y vitalidad que House of Shakira han sabido transmitir a
sus canciones. Hallstensson, líder y cerebro del grupo, realiza una inmensa
labor a las seis cuerdas junto a su escudero y segundo guitarra Anders Lundström.
El hecho de tener dos guitarras permite a Hallstensson desplegar
todo su potencial de creatividad mientras sus compañeros crean una magnífica
base rítmica.

A capella empieza brevemente Eklund la ejecución del siguiente tema, ‘Method
of Madness’. Arropado ya por el resto de sus compañeros, descubrimos uno de
los temas más pegadizos y clásicos del quinteto. De nuevo las características
comentadas en los anteriores temas sirven para éste, fuerza, alegría y vitalidad
junto a unas magníficas melodías de guitarra complementadas con una voz excepcional.

Todo el cuerpo del disco está compuesto por este tipo de canciones, desde la
animada ‘Who´s lying now’ hasta ‘Elephant gun’ donde por fin puede lucirse
también el bajista, Per Schelander, con un papel preponderante en un curioso
tema donde los evidentes ritmos africanos invaden por momentos al sonido
habitual de House of Shakira, como ocurre con el noveno corte, ‘Canned Laughter’.
‘Love was good’, o ‘On the green’ continúan conformando un gran
álbum de hard rock, que, a lo sumo, peca por momentos de poca originalidad en
sí mismo dentro de la originalidad propia de la banda.

Pero ‘Lint’ ofrece algo más que una buena compilación de medios tiempos animados;
también hay un lugar para temas más suaves, melódicos, como es el
caso de ‘No:8’, ‘The story´s the same’ o ‘Remember’, canciones que dejan entrever
la gran calidad de estos músicos, y donde Eklund se permite el lujo
de recrearse en registros poco habituales. Por supuesto, en el álbum no puede
faltar la balada de rigor, ‘Everything´s fine’, donde hacen uso de una leve
orquestación a cargo de un violonchello que se solapa de forma muy coherente
con el resto de elementos de la banda. Logran sobradamente crear el halo de
emotividad y añoranza que buscan y que encaja con la personalidad del tema.

Podemos tildar a este disco como todo un clásico del hard rock escandinavo,
la base sobre la que ha crecido una de las bandas más prometedoras de su país,
y casi indispensable en las estanterías de los seguidores del hard rock más
clásico que esperen los discos de siempre con un toque personal y distintivo.