Queens Of The Stone Age: … Like Clockwork

Cuesta creer que hayan pasado ya seis años desde ‘Era Vulgaris’, la quinta obra de Josh Homme y sus QUEENS OF THE STONE AGE. Hay bandas que en ese tiempo no cambian, y siguen donde lo dejaron, pero no es el caso. Por aquella época, Michael Shuman y Dean Fertita se unieron a la gira de presentación del álbum, siendo esta su primera aportación en estudio. Y más recientemente, Joey Castillo ha dejado la batería, para ocupar su puesto Jon Theodore (PUSCIFER, THE MARS VOLTA entre otros). Homme tuvo tiempo para formar THEM CROOKED VULTURES, de reeditar discos y de girar tocándolos íntegramente.

QOTSA le han ido cogiendo el punto al momento en el que vivimos, y haciendo discos más cortos a cada lanzamiento. ‘… Like Clockwork’ tiene ese punto a favor de primeras, ya que su escucha pasa en un suspiro, y es de agradecer en los tiempos que corren; bueno, no es de agradecer, pero vuelvo a lo de siempre: se aseguran que la gente oiga su trabajo al completo sin pensar “¿Cuándo se va a acabar? Se me está haciendo eterno. Voy a pasar de canción”. Diez temas que se pasan volando y en los que de nuevo hay un amplio número de colaboradores. Dave Grohl vuelve a tocar la batería en la mayoría del álbum (el ex-, Castillo, toca en tres cortes, mientras que el actual, Theodore, hace lo propio en el tema título), Trent Reznor aparece en otro par, Alex Turner de ARCTIC MONKEYS, Mark Lanegan, Brody Dalle de THE DISTILLERS… ¡incluso Elton John! Pero no adelanto, y vuelvo al orden de la crítica.

‘Keep Your Eyes Peeled’ marca un inicio denso y lento, pecando algo de extenso, pero con la marca de la banda en él, con un bajo pesado y profundo al que acompaña Grohl, en el que pronto se monta la voz de Josh y las guitarras. De primeras, difícil de digerir, y no ayuda mucho más ‘I Sat By The Ocean’, a pesar del ritmo facilón, repetitivo y pegadizo de toda ella, que solo desaparece en el último minuto. Después de un comienzo tan extraño, sorprende más todavía la íntima ‘The Vampyre Of Time And Memory’, haciéndonos creer que se trata del trabajo más experimental de toda la carrera del grupo. La oscuridad sigue presente en ‘If I Had A Tail’, pero ésta marca claramente un punto de inflexión, llevándolo hacia terrenos más accesibles… y hacia el sinfín de colaboraciones que citaba en párrafo anterior, con Oliveri, Alex Turner y Brody Dalle, aportando cada uno su pequeño granito de arena con su personalidad. No me extraña que adelantaran (en directo) ‘My God is the Sun’, ya que se trata de una de las canciones más directas y que se alejan de la tónica general del álbum; puede que no refleje lo que encontramos en él completamente, pero asimilar una de las anteriores hubiera resultado más complicado. Para ‘Kalopsia’ hace acto de presencia Reznor, con unos primeros compases que parecen sacados de sus ‘Ghosts’, para después jugar con cambios de intensidad; recientemente pudimos ver de lo que era capaz el trío Reznor-Homme-Grohl en la banda sonora de la película ‘Sound City’; y es que cuando se juntan tres genios, pueden dar como resultado todo tipo de sonidos. Jake Shears, de la formación pop SCISSOR SISTERS es el invitado en ‘Smooth Sailing’, donde la distorsión no oculta ese otro aire que tiene el tema, que incluso puede recordar a MUSE. Para el final, recuperan la densidad en una completísima ‘I Appear Missing’ (parece mentira que dure lo que dura). ‘Like Clockwork’ es un final inesperado, con el piano de Elton John acompañando a la voz de Homme durante su primer tramo, emotivo a más no poder, antes de que se le una el resto del grupo. Si el término “bello” se le puede aplicar a una banda como ésta, es la manera perfecta de definir el cierre del disco. Y no, no se me olvida ‘Fairweather Friends’, pero es que merece un espacio aparte porque es la joya de la corona, siendo otra de las que se desmarca del sonido tipo de ‘… Like Clockwork’, y teniendo en ella a gente estelar, como Reznor, Elton John, Oliveri y el habitual (aunque efímero) Lanegan.

Resumiendo, puede que adolezca de un pelotazo que haga sobresaltar al oyente, pero parece que Josh Homme hace tiempo que dejó de buscar ese efecto entre el público, y se ha centrado en crear obras de las que ganan con las escuchas; siempre y cuando la gente se tome el tiempo que merecen en apreciarlas. Los que busquen un amor a primera vista, y una sensación de enganche instantánea, que se ahorren su escucha.