Antes de comenzar a soltar la respectiva lista de palabras que vengan a reflejar la alegría y algarabía de un nuevo disco de Neal Morse, situémonos. El otrora miembro de SPOCK’S BEARD, después de abandonar a la formación tras esa conocida llamadita de Dios, lleva publicando unos discos en solitario convertidos en joyas sonoras en un espacio de tiempo relativamente breve. Ahí están “One”, “Question Mark” y “Sola Scriptura” para corroborarlo, amen de sus discos y DVDs en directo, algún que otro álbum de versiones, y unos cuantos lanzamientos para su venta por internet, como testimonio de su actividad de los cuatro últimos años. Después de alcanzar para muchos su cima compositiva con el citado “Sola Scriptura”, publica este “Lifeline”, que no es otra cosa que una jodida obra maestra.  

Imagínense por un momento todos los elementos propios que el californiano lleva plasmando en estas últimas obras y añádanle el sonido ecléctico más representativo de SPOCK’S BEARD y TRANSATLANTIC, además de ciertas dosis de experimentación. Imagínense esa bomba de relojería a punto de estallar y os acercaréis a lo que nos ofrece en este nuevo trabajo. Todo ello con Randy George y Mike Portnoy de nuevo al bajo y a la batería respectivamente.  

Sólo hay que escuchar el tema título con el que comienza el festín de talento y calidad musical de este trabajo, para percatarse de dichos elementos puestos en juego para la ocasión. “Lifeline” podría haber estar incluido en “Snow” o en “V” de SPOCK’S BEARD sin problemas; un tema cuya melodía principal funciona como tronco, a partir del cual van surgiendo diversos ramajes en forma de cambios de ritmos y melodías con verdadero tiento, que confortan un árbol robusto y armonioso.

Más en su línea habitual y también de la misma categoría es “The Way Home”, donde Morse demuestra su infinita capacidad para crear líneas vocales hipnóticas. Por otro lado, “Leviathan” pone la nota atípica del disco. Nunca Morse se había rodeado de tanto metal (ni siquiera en TRANSATLANTIC) y ni de tanto groove en un corte cargado de experimentación de la primera a la última nota. El momento relajado y dulce a tiempo completo que siempre dedica en cada disco, tiene su espacio con “Gods Love”, con tintes muy sinfónicos y a la altura de grandes baladas de su cosecha como “Heaven In My Heart” o “Cradle To The Grave”. La maestría instrumental y compositiva la sigue llevando a buen puerto con “Children Of The Chosen”, donde sorprende cómo encaja los punteados de guitarra clásica dentro de un marco musical dinámico y cargado de cambios de ritmos tal y como dicta el género a tratar. 

Pero si hablamos de experimentación, de grandes y largos meollos en los tempos, de malabarismos musicales y de elementos jazzísticos como fraseos de saxo, por poner un ejemplo, es hacerlo de “So Many Roads”. El tema más largo de este trabajo (casi media hora, dividido en seis partes a modo de suite), donde Morse y su séquito de emplean a fondo en todos los aspectos. Mejor oírlo y sentirlo, que describirlo. A modo de balada comienza “Fly High”, un tema que mantiene ese halo emotivo tan típico de Morse cuando cede terreno a las melodías vocales y solos de guitarras hirientes, en detrimento de los complicados recursos interpretativos del rock progresivo.

De nuevo ha grabado otra obra maestra, otro maravilloso viaje musical del que no se desea su fin. Tal vez “Lifeline” no sea tan accesible en sus primeras escuchas como sus tres anteriores trabajos, pero ese plus de experimentación y riesgo para no quedarse anclado en una fórmula que rozaba la perfección, le hace ganar credibilidad. Su talento, mientras tanto, continúa intacto.

Satur Romero (satur@themetalcircus.com)

Grupo:Neal Morse

Discográfica:Insideout / Mastertrax

Puntuación:8.8

Canciones:

  1. Lifeline
  2. The Way Home
  3. Leviathan
  4. Gods Love
  5. Children Of The Chosen
  6. So Many Roads
  7. Fly High

Año:2008