Desde hace ya un buen puñado de años LACRIMOSA han acondicionado muy bien su
parcela dentro de la industria y el mercado musical, de forma tan diáfana como
la tendencia emocional y estilística que nos podemos encontrar en sus obras
Esta claridad, se ve también plasmada en el título de su última obra de estudio,
“Lichtgestalt” (“Figura Luminosa”), pues sin luz no hay claridad y muchos fans
lo saben. Sobretodo teniendo en cuenta algunos aspectos intrínsecos a la evolución
de la expresión musical de Tilo, pues es fácil ver en sus obras más esperanza
y menos oscuridad que antaño. Sin ir más lejos, el single de su anterior obra
de estudio, “Durch Nacht und Flut”, llegó a recibir varias críticas por el positivismo
y alegría que derrochaba.

¿Figuras luminosas, claridad, luz y alegría? ¿Se aleja LACRIMOSA de su refinada
majestuosidad gótica intimista y ojival? Nada más lejos de la realidad. Como
bien ha reconocido Tilo Wolf en alguna ocasión, su obra viene a ser su diario
y como testimonio de una vida que es puede haber momento para todo tipo de sensaciones

¿Es posible la existencia del negro si no existe el blanco? Veo que ahora lo
pilláis. El contraste entre ambos tonos no sólo existe en las portadas. De hecho
son muchos más contrastes los que se atisban de una sola mirada. Tras la calma,
la tormenta. Después del sosiego y la relajación quizá demasiado alejada del
metal para más de uno que supuso “Echos”, Tilo recupera aquí las fuerzas de
las guitarras propias de un “Inferno”, para nuestra sorpresa.

El primer tema (“Sapphire”), obviamente, debía empezar de forma altamente calmada
y con delicadas líneas orquestales, como viene siendo habitual. Tilo ha conseguido
convertir una costumbre en una necesidad, pues las piezas que abren los discos
de LACRIMOSA se han erigido hoy por hoy en todo un ejercicio de clase y contención
que nos ayuda a introducirnos de forma prudente en el singular contexto que
el maestro de ceremonias nos brinda. De hecho, yo creo que si esta constante
se hubiera obviado en alguna de las últimas publicaciones de la banda éstas
adolecerían de una falta de pregnancia más allá de la cognición consciente.
En definitiva, pura necesidad incomprensible para el neófito. Eso sí, en este
primer tema ya aparecen las guitarras a mitad de tema, toda una declaración
de intenciones, involuntaria o no, que nos anuncia un disco algo más directo
que sus predecesores. No en vano, Tilo nos sorprende en este primer corte con
una retahíla de voces desgarradas cercanas al black que sorprenderán a más de
uno.

La primera vez que escuché el disco me lo planteé. ¿Espejismo? Pues no. Para
mi sorpresa “Lichtgestalt” recoge algunos de los aspectos más destacados de
“Inferno” y “Elodia” para golpearnos en la cara. “Keich Der Liebe”, el segundo
tema, se adivina el más directo y representativo de la cara más fiera del disco.
Un corte que en gran parte me ha recordado a “Halt Mich” (del “Elodia”), sobretodo
por las vivas líneas orquestales y la fuerza que desprende el tema, que sorprendentemente
posee un estribillo algo vivaracho, que no por ello azucarado. El tema homónimo
y tercer corte, por su parte, exalta ese positivismo antes comentado y enfatizado
ahora por unas líneas vocales que firman una tregua en clave de esperanza, dejando
entrever esa “figura luminosa” que hoy por hoy Tilo alcanza a vislumbrar. Eso
sí, con unas buenas guitarras dando la réplica en un primerísimo plano que revisten
el invento de ciertas dosis de rabia.

“Nachtschaten”, por su parte, es una pieza bastante más delicada en la que
destacan los arreglos de viento y orquestales que para esta ocasión han sido
interpretados por la orquesta bielorrusa de Minsk y por la segunda orquesta
de Hamburgo por lo cual todo vuelve a sonar con un preciosismo y profundidad
inauditos, tal y como hemos podido apreciar en los últimos discos de la banda
en los cuales incluso ha metido mano la Filarmónica de Londres. El tema posee
una recta final en la que vuelven a aparecer los elementos rockeros para enfatizar
el acertado pero fugaz clímax de la composición. “My Last Goodbye” hace saltar
a la palestra por primera vez a las líneas vocales de la misteriosa Anne Nurmi,
que obviamente no demuestra en estudio las carencias del directo y que se rodea
de una base rítmica bastante suave en la que destaca el reverb de la batería
y las escalas que va dibujando el bajo en los pasajes más lentos. También encontraremos
por ahí las réplicas por parte de Tilo al más puro estilo PIMPINELA en un final
de nuevo endurecido y con presencia de guitarras.

La naturaleza creciente de todos estos últimos cortes se ve cercenada en “The
Party Is Over”, que, esta vez sí, se trata de una pieza lenta y depresiva en
la que la voz del cantante se ve acompañada tan sólo de un piano, algunos arreglos
de cuerda arpegiados y poca cosa más, obteniendo la réplica en el tema que le
sucede, “Letzte Ausfahrt Leben”, guitarrero, constante y con una base rítmica
muy metal, con Tilo haciendo esos gallos y desafinaciones marca de la casa para
después obsequiarnos con un estribillo de lo más acertado del compacto. “Hohelied
Der Liebe” cerrará este nuevo capítulo de una manera peculiar, pues la letra
de esta canción no está escrita por el señor Wolf, sino que ésta está extraída
directamente de la Biblia. (Tilo es un confeso cristiano practicante) y en las
que se intenta retratar el concepto de amor desde el punto de vista sagrado.
Tema lento y emocional que da cerrojazo al disco de forma contenida, sinfónica
y relajada. Para ello se nos brindan 14 minutos que vuelven a deleitarnos con
toda una serie de elementos que van desfilando sobre las calmadas bases de forma
dramática: arreglos, coros angelicales, guitarrazos y algo de contundencia rítmica
que se dan la mano para hacer patente otra de las costumbres de la banda de
cerrar con un tema largo.

No se puede decir mucho más de un grupo cuyo estilo es tan de sobras conocido
por sus seguidores. Tilo Wolf ha sabido volver a crear una pieza única, pero
sobretodo ha logrado que ésta sea la más equilibrada de las tres últimas que
cuenta en su haber (sin contemplar su proyecto en solitario SNAKESKIN), logrando
posiblemente uno de los mejores discos de la banda. Un amargo caramelo para
el deleite de unos cuantos.

Penumbra

Grupo:Lacrimosa

Discográfica:Hall Of Sermon / Goi

Puntuación:9

Canciones:

    1. Sapphire
    2. Kelch der Liebe
    3. Lichtgestalt
    4. Nachtschatten
    5. My last goodbye
    6. The party is over
    7. Letzte Ausfahrt: Leben
    8. Hohelied der Liebe

Año:2005

Votación de los lectores:6.46667