Antimatter: Leaving Eden

Es buen síntoma que a día de hoy una banda como ANTIMATTER pueda editar su cuarto álbum de estudio manteniendo una cierta regularidad en sus lanzamientos y anunciando nuevos planes de gira y de actividades futuras.

Muchas cosas han cambiado la trayectoria de la banda desde que en el año 2000 Duncan Patterson y Mick Moss plantaran las bases de un proyecto que ha acabado echando raíces gracias a estas dos grandes figuras compositivas y a un elenco de ayudantes que han puesto su granito de arena en cada disco como músicos de sesión.

La sombra de los ex – miembros de ANATHEMA en este proyecto es alargada, pero es claro que un músico como Mick Moss ha sabido sobresalir a su manera, planteando un modelo musical atípico y consiguiendo dar con la manera adecuada para acercarse a un público heterogéneo que tan pronto venía del Doom Metal, como del Ambient o el Trip Hop.

Ya no corren los mismos aires que en “Saviour”, álbum de debut de la formación que pondría una de las notas más intimistas de estos músicos, con esa combinación de melodías pausadas y envolventes que llevan a la más profunda reflexión del ser. Todo quedaba en cierto modo en familia, y es que en aquella ocasión desfilaron por el estudio personalidades de la talla de Michelle Richfield – quien ya colabora en ANATHEMA (álbum “Eternity”) o participara activamente en DOMINION y SEAR -, Les Smith (ANATHEMA, ex – CRADLE OF FILTH) o Hayley Windsor quien también participaría en las partes vocales de “Lights Out”. Si a eso le añadimos que la portada es obra de Mark Nelson (THE ETERNAL) y que el álbum tiene colaboraciones del propio hermano de Mick, se puede decir que todo quedó en casa.

Tras este álbum con tintes modernos, más cercanos al trip hop, llegaría “Lights Out”. Habían pasado tres años y las colaboraciones entre en núcleo cercano a Mick Moss y Duncan se sucedían continuamente. De ahí que en el año 2004 surgieran grabaciones como las del directo de “Antimatter, Live @ K13”, incluyendo la interpretación de algunos temas del legado de Duncan en ANATHEMA.

“Lights Out” mostraba una cara mucho más atenuada, atmosférica y melancólica de la banda, que una vez más repitió los mismos patrones contando con ambas vocalistas femeninas. Jaime Cavanagh también puso su granito de arena en el apartado de la percusión y el álbum fue, una vez más, recibido con grandes elogios.

“Planetary Confinement” supondría un nuevo paso en la carrera de la formación. Su obsesión por lo indefinido, el vacío, y la temática particular y planetaria desembocó en un álbum que se puede calificar como sideral. La estrella de ANTIMATTER brillaba mejor que nunca y la música se centraba cada ve más en un rock acústico con mucha carga melancólica. Los arreglos de violines y las partes orquestales grabadas para la ocasión, más las composiciones surgidas de la mente de Duncan hicieron que este disco ganara en calidad y delicadeza. Mick Moss, por su parte, había sido el artífice de la sesión acústica registrada en Liverpool durante Julio del año 2004. Finalmente fue éste quien se llevaría el gato al agua y el que se adjudicaría la batuta de la banda en el disco que nos ocupa. Duncan se dedicó entonces a ION, banda en la que destina actualmente sus esfuerzos.

Llegado el año 2007 Prophecy Records brinda una nueva oportunidad a Mick y los suyos para editar su siguiente álbum. Ya sin Duncan en las filas de la formación, “Leaving Eden” ve la luz con la inestimable colaboración del prolífico Danny Cavanagh (ANATHEMA).

La conexión vuelve a funcionar y una vez más nos plantamos ante un disco redondo. Los temas manejan las mismas coordenadas de siempre, pero de nuevo hay un pequeño giro en el devenir de ANTIMATTER. Mick Moss se hace cargo de las partes vocales sin que la complicidad entre banda y oyente pierda un ápice de intensidad. El irlandés es una especie de Eddie Vedder del rock melancólico y saca a relucir todo el sentimiento que lleva dentro en temas como “Another Face In A Window”.

El disco sigue siendo calmado. Nada tiene de metal. Pero es quizá ese carácter introspectivo el que convierta a “Leaving Eden” en un disco apto para amantes de formaciones como GREEN CARNATION, ELEND e incluso OPETH, en su extrapolación más extrema. En cualquier caso, no cabe ninguna duda de que muchos seguidores de bandas como ANATHEMA, KATATONIA o las de las filas de Prophecy, son en su mayoría también partidarios de ANTIMATTER.

El tema estrella de esta cuarta entrega es, sin duda, “Leaving Eden”. Un tema que da nombre al disco y que se apuntala en lo más profundo del cerebro sin dejar de dar vueltas, escondiendo una oscura e inquietante sensación.

Todavía hay tiempo para ofrecer dos de los temas más intimistas facturados hasta la fecha. “The Immaculate Misconception” y ”Fighting For A Lost Cause” con cortes de naturaleza preciosista. Muy válidos para poner el punto y final a un disco de sobremesa que hará las delicias de los seguidores de la banda y que más que salir, nos hará entrar en el Edén.