Tony Sölo: Las fases de la luna

Si bien el exSangre Azul ya había dado señales de vida en ese disco ópera rock dedicado al gran Edgar Allan Poe, es con este “Las fases de la luna” que demuestra un retorno total en todos los sentidos. Una de las mejores voces que ha dado este país vuelve para ofrecernos su primer trabajo en solitario desde el fin de Sangre Azul en 1992. Un trabajo de mimo absoluto en el que saca a relucir su vena más hard rock y AOR. Todo brilla, especialmente su voz, pero también la composición de los temas, los colaboradores, banda y la garganta inmaculada de Tony.

Es un disco que entra a la primera, muy fácil. Casi podríamos decir que es de esos que atrapa demostrando que este hombre no ha perdido ni un ápice de su poderío en tiempos de gloria. Hay diversos músicos invitados: Sherpa, la gente de la última formación de Sangre Azul… todo ello suma, y ayuda a obtener un resultado más que atractivo. Hay muchas cosas a destacar, y todas sumamente positivas. Ya desde el inicio con “Unidos para siempre” se nota que todas estas composiciones que ha ido recolectando Tony poseen mucho ángel. Gran estribillo y mucha electricidad de inicio.

Posiblemente los dos mejores cortes del disco sean el que da nombre al disco, temazo, y “El malo del cuento”, con una preciosa letra y un niño dando inicio al corte. El dueto con Sherpa en “Instinto animal” fructifica en otro de los mejores estribillos del disco. Todo el disco roza un nivel de notable, no hay bajones ni relleno, y todas las instrumentaciones están sumamente cuidadas. “Juicio final” es puro feeling, con muchos coros y con una guitarra por parte de Abel Franco muy lucida. Los teclados asoman acompañados de coros de apoyo, siempre cálidos y con un punto AOR azucarado.

La balada la pone la espectacular “Llueve otra vez”, muy intimista, cálida y delicada. Empieza en acústicas pero se va electrificando. Una demostración rotunda de que la voz de Tony está a un nivel exquisito. “A ti” tampoco baja el listón y “Rumbo a ningún lugar” es otro ejemplo de que este material funciona de maravilla. Otra gran letra a medio tiempo con una bella línea vocal.

A pesar que hay dejes a su banda de toda la vida, se nota la evolución personal de Tony y la madurez de los años. Es una obra que nos devuelve a una de esas voces inconfundibles de los 80 y que irrumpe con ganas de volver a dar que hablar. Es una obra 100% de estudio pero esperemos, que como a todo músico, le entren las ganas de directo. Sería un broche de oro perfecto para el Leyendas del Rock murciano y para muchos un sueño cumplido. Gran disco, esperemos que estemos ante el despertar de un gigante dormido.