Demonik: Las Cenizas de la Tierra

Tras algunos movimientos en su formación y un cambio de nombre obligado (del que nos hablan, entre otras cosas, en esta entrevista), DEMONIK han vuelto fuerte con ‘Las Cenizas de la Tierra’, empezando por apostar por él grabándolo en Sadman junto a Carlos Santos para masterizarse posteriormente en los Finnvox de Mika Jussila.

Además, parece que han viajado en el tiempo, a esa época donde ocho largos temas (de tralla) eran más que suficientes para llenar un disco. Partiendo de una base thrasher, en ellos encontramos referencias a heavy más clásico, a los padrinos del metal moderno y otra serie de bandas con las que a buen seguro crecieron buena parte de sus componentes. ‘Mi Ira’, primer corte, muestra esa influencia thrash en su riff principal, sobre el que se suman los demás llenos de energía y agresividad, para después dar paso a la parte central con los solos de guitarra; se nota que los han trabajado a conciencia. De hecho, tanto han cuidado la parte instrumental, que hay un tema íntegro en ese formato cerca del final, ‘Existir’. No tan cañero y rápido como los demás que aquí encontramos, conserva la personalidad de la banda y nos hace recordar aquellos 80 en los que una banda (que después se haría inmensa) se empeñaba en incluir algún tema de este tipo en sus trabajos.

Las canciones más cortas aquí rondan los seis minutos. Abstenerse los que busquen asimilación instantánea. Escuchando las primeras notas de ‘Visión’ es inevitable pensar en Dimebag, volviendo a ser las guitarras las protagonistas. Éstas ceden importancia en ‘Bala tras bala’ a la batería de Jose, y donde mejor se conjuntan todos es en ‘Codex’, con un ritmo pegadizo (y más pesado) donde juegan con los cambios de ritmo. Con las partes centrales de ‘Culto a la Guerra’ por momentos me han sonado a Maiden, si bien en el resto se embrutecen bastante más que la Doncella. Completan el álbum ‘Tormenta’, adelantada a través de su canal de Youtube, que no deja de ser el tema más accesible y con el estribillo con más gancho de las ocho composiciones, y ‘En la oscuridad’, donde de nuevo suben la velocidad y vuelven a la caña para dejar claros sus patrones.

Puede que la voz llegue a resultar en algún momento lineal (algo que suele ocurrir en muchos grupos de este estilo), y que alguno de los temas peque en exceso de minutaje. Pero globlamente, ‘Las Cenizas de la Tierra’ está a la altura, y  se convierte en una buena base sobre la que crecer en este nuevo renacer de los madrileños.