Zz Top: La Futura

Vuelven los sureños barbudos después de nueve años con su decimoquinto disco de estudio y de la mano de uno de los productores-gurús de estas últimas dos décadas: Rick Rubin. Especialista en reverdecer carreras renqueantes y en volver a dar luz a estrellas apagadas. No es el caso precisamente de los ZZ Top, pues siguen siendo rutilantes astros del panorama rockero consiguiendo llenos totales en actuaciones. Pero tras tanto tiempo desde su anterior “Mescalero” había que afinar puntería e ir a lo seguro. “La Futura” mantiene todas las dosis de electricidad, actitud y buen rollo con que siempre nos han conquistado y hasta me atrevería a decir que superan su anterior obra. La voz aguardentosa de su líder se combina a la perfección con esas guitarras y esa base rítmica contundente. Hay grandes temas para el recuerdo, pero para muchos hay un poco la sensación de que todo podría haber quedado mucho mejor, y más, contando con todo un Rick Rubin tras los controles.

De entrada nos encontramos con dos temas que brillan con luz propia: Por un lado “Gotsta Get Paid”. Tema que abre, single, y declaración de intenciones. Todo funciona, sonando crudo y con un riff de guitarra marca de la casa. Es un buen trago de tequila que sabe a arena del desierto y a cactus espinoso. Preciosos los detalles de Frank Beard con el charles. La otra es la balada ”Over You”, muy intensa y trabajada. Pronto atrapa y te pone de camino por desiertos polvorientos. El boogie blues asoma con fuerza en “Chartreuse”, con mucho estilo y a caballo sobre un riff marcado y protagonista, con Gibbons haciendo sus puteos-diabluras. “Consuption” no le va a la zaga y sigue transitando por estructuras de southern blues. Mejoran las cosas en la otra gran balada del disco: “Its So Easy Mañana”. Siempre con referencias hispanas, algo que les ha caracterizado a lo largo de todos estos años. Tan buena e inspirada como “Over You”. La característica voz de Gibbons hace que la cosa siempre funcione.

El sonido final del disco es realmente crudo y saturado. Gentileza de la sabia mano de Rubin. Ha quedado algo más que original a pesar de que estoy seguro que a más de uno no le va a gustar excesivamente. “Flyin High” es el tema “espacial” del compacto, y lo digo con toda la intención. Fue elegida para sonar en la nave Soyuz. Otro logro de este trío calavera. Es un tema que suena a clásico, de estribillo efectivo y coreable, subiendo las revoluciones generales medias del disco y siendo todo un guiño a su material más atemporal. “Heartache in Blue” llega a sonar algo obvia, pero evidentemente funciona como todo el resto. Destaca el estribillo cantado a doble voz y la presencia de una armónica muy protagonista. “I Dont Wanna Lose, Lose You” peca también de ser previsible pero mantiene todas las credenciales y el tipo. Finalmente encontramos “Big Shiny nine” y “Have a Little Mercy” que sin elevar el listón general acompañan bien al resto y suenan como uno espera que suenen.

“La Futura” es una obra que cumple expectativas y que a medida que vas escuchando mejora la impresión inicial. Muchos esperarán algo más, pero hay un gran trabajo en todo el disco y hay unos singles más que evidentes que atrapan y justifican la compra de este disco. Se nota mucho la mano de Rubin haciendo que la cosa suene más cruda, creíble y auténtica. Son leyenda y especian sus entregas tanto como les da la gana. Eso es bueno si bien llevan años tirando de recopilatorios y directos. Tocaba ya ofrecer material nuevo, así que todo fan estará más que satisfecho. ¿Podría haber quedado mejor? Puede… pero a la que llevas ya unas cuantas escuchas terminas por rendirte ante el peso de la leyenda y bailando su particular boogie rock atemporal. No dan ganas de ponerse gafas de sol y dejarse crecer la barba durante ocho meses… pero sí que es toda una fiesta tener a esta gente de vuelta.