Michael Kiske: Kiske

Que hoy en dia Michael Kiske es un tipo poco relevante dentro de la escena
metálica es algo que ya sabemos todos. Las compañías discográficas lo intentan
forzar una y otra vez a hacer discos que tengan cualquier cosa que ver con
el Heavy Metal e incluso con el rock, pero fallan miserablemente. Kiske no
quiere. Kiske solo quiere coger una acústica y componer temas blandos, insulsos
y –eso sí- muy melódicos que sirvan para dejar claro por enésima vez que a él,
el Heavy Metal, le repugna bastante. O al menos, Michael Weikath!

Tras la agradable sorpresa que significó su participación en el proyecto “Place
Vendome”, con el bueno de Dennis Ward de PINK CREAM 69 implicado por ahí, muchos
nos esperábamos (ilusos!) que Kiske decidiera finalmente destapar el frasco
de las esencias en éste nuevo disco en solitario. Uno leía los tituos de los
temas y comenzaba a imaginarse un disco de Hard Rock con todas las de la ley.
Y luego que es lo que viene? Reunión con HELLOWEEN, y venga, a participar en
festivales para que el mundo acabe de “Future World” hasta las narices. Pero
nada señores, que no. Al menos Frontiers no ha realizado el gran timo que supuso
la edición de SUPARED por parte de Noise Records, donde el disco se aunució como
el retorno de Kiske al metal (cuando el disco era un bodrío como para acabar
llorando).

“Kiske” es un disco soso, aburrido hasta el extremo y si, quizá muy rico en
matices, pero a éstas alturas los fans de Kiske no necesitan pequeños matices
melódicos que les arreglen el día, sino una demostración de que la voz de éste
hombre sigue siendo un portento. Por eso, “The King Of It All”, “Fed By Stones” o “All-Solutions” son
especialmente dolorosas de escuchar. Kiske, armado con una acústica y con una
lejana electrica de fondo, canta temas aburridos, aburridísimos. Es curioso,
pero el último disco de LA OREJA DE VAN GOGH tiene más matices rockeros que
el último disco del ex –vocalista de HELLOWEEN. Miren ustedes que cosas.

En definitiva, acabo de desperdiciar una hora de mi corta vida escuchando
el disco más insulso de todos los tiempos. Ahora entiendo lo de que SUPARED
era la vuelta de Kiske al Heavy Metal. El caso es que, tras escuchar “Kiske”,
SUPARED parece Brutal Death. Madre de Dios…