Geoff Tate: Kings & Thieves

Para ilustrar bien el asunto, basta decir que quien suscribe estas líneas preferiría escuchar un disco entero de PSY, el coreano pesadito del “Gangnam Style”, antes que volver a escuchar de nuevo el innecesario nuevo disco en solitario de Geoff Tate. Reverenciado por su enorme capacidad compositiva (solo hay que escuchar “Operation Mindcrime” y “Empire” para comprobarlo), el vocalista siempre ha tomado un camino incómodo con sus discos en solitario: el de intentar demostrar que es el chico más listo de la clase. Y cuando lo intentas demostrar, como queriendo desmarcarte de “la plebe”, quedas de engreído incapaz de oler su propia mierda. Y ciertamente, Tate está resfriado desde hace unos cuantos años. Si su primer disco en solitario fue un bodrio (aquel, por suerte, lejano “Geoff Tate” de 2002), este nuevo “Kings & Thieves” sigue la estela aburrida y desinspirada de aquel trabajo y del último disco de QUEENSRYCHE, “Dedicated to Chaos”. Como decía, intenta ser el chico “diferente” de la clase, desmarcándose ampliamente del estilo clásico por el que se le reconoce en este mundillo, pero al final lo único que consigue es hacer algo que nadie entiende. Trabajando en sus tonos medios casi exclusivamente, con melodías difícilmente memorizables y estructuras deliberadamente complejas sin un sentido concreto, Tate ofrece en “Kings & Thieves” una colección de once canciones que no hay realmente por donde coger.

El rock moderno de saldo de “In The Dirt” dura cuatro minutos cincuenta segundos, lo cual la hace cuatro minutos y cuarenta y nueve segundos demasiado larga. El estribillo es anodino y ni siquiera el brillante solo de guitarra la consigue salvar. Las afinaciones bajas de “Take a Bullet” suenan  a 2005 de mala manera, y su influencia hip-hop en los ritmos y estructuras vocales está un poco forzada. “Say U Luv It” es más de lo mismo: ritmos cadentes, Tate hablando más que cantando, un Hammond que salta de vez en cuando por ahí para darle verosimilitud rockera al asunto y fallando miserablemente en el intento… En serio, es que no hay por donde cogerlo. Escuchando éste disco, es mucho más fácil posicionarse en medio de toda la pelea entre Tate y sus excompañeros de QUEENSRYCHE. Y el veredicto es que alguien debía sacar a Tate de QUEENSRYCHE antes de que los llevara del todo a la tumba con discos como este.