Marlenne: Kailash

Si hace no mucho eran inevitables las comparaciones de muchos grupos que salían al amparo del éxito y legado de SOBER, los grupos a los que dieron lugar tras su separación parece que también han terminado de calar en algunas bandas. Porque aunque ‘Kailash’ sea la tercera obra de MARLENNE tras dos obras autoproducidas, uno no puede evitar pensar en SKIZOO al escucharlos; y más aún si en los créditos encontramos a Jorge Escobedo y Morti. 

El primero es el productor del disco, y no es de extrañar, viendo que ya tiene unas cuantas producciones a sus espaldas con un sonido de calidad, y con influencias cercanas a sus grupos. Y el segundo colabora en el tema que cierra el disco, pero eso lo comentaré más adelante… De hecho, no es la única voz invitada presente en «Kailash».

Abre el disco de este cuarteto cántabro ‘Busco mis Alas’, dejando claro los esquemas de la banda: partes contundentes mezcladas con otras más melódicas, con la voz de José Cuenca dibujando con su voz cada pieza, que quizá pueda llegar a pecar de lineal en algún momento. En cierto modo, con los primeros cortes uno cree estar escuchando partes de la canción anterior, destacando ‘De nada sirve’ sobre las demás, con los cambios de ritmo más acentuados, y ‘Encadenado’. Pero los esquemas similares se rompen con ‘Nunca más mi estrella’, una balada in-crescendo que da aire al álbum, muy íntima de inicio, y con la colaboración del vocalista de MOEBIO, Héctor Gerónimo. A partir de aquí, la cosa cambia a mejor.

Con un punto tan acentuado partiendo en dos el disco, la escucha de la segunda mitad se afronta de otra manera. ‘Días de papel’ es un medio tiempo agradable, pero que no llega a destacar, cosa que sí ocurre con ‘Un segundo’, más contundente y pegadiza. Las revoluciones suben con ‘Huir de aquí’, aumentando también la calidad de las composiciones, que tocan techo con ‘A tres días de morir’, a mi juicio el mejor tema de todo el álbum, completando una segunda parte del álbum bastante más interesante y dinámica. Para cerrar el álbum, la citada colaboración de Morti, actualmente en EXMUNDUS; una peculiar versión españolizada (algo parecido a lo que hiciera SKIZOO con IGGY POP; otra coincidencia …) y acelerada de ‘Personal Jesus’ de DEPECHE MODE. Debe ser de los temas más versionados, pero como fiel seguidor de Dave Gahan y compañía, personalmente me deja cierto mal sabor de boca para cerrar ‘Kailash’. Bien es cierto que las versiones han de ser eso mismo, versiones de un tema, y que tengan algo distinto, pero esta no me ha terminado de convencer; cuanto menos, sorprendente y arriesgada.

En resumidas cuentas, un buen trabajo de rock alternativo que aunque les pese, siempre tendrá unas comparaciones evidentes… aunque no por ello tenga que ser algo malo. Pero cuando unas influencias son palpables, si te rodeas por ellas en torno al disco, destacan y se acentúan mucho más.