Altaria: INVITATION

Altaria es el enésimo grupo-proyecto de músicos reputados que se juntan con
algún “don nadie” del negocio para sacar adelante un proyecto. Muchas veces
el invento tiene el suficiente impacto para encumbrar al “don nadie” y sacar
un segundo disco sin la ayuda de los músicos “invitados”. De casos como este
hay tropecientos en la escena metalera actual, siendo Sinergy, Iron Savior y
sobretodo Metalium los casos más escandalosos. Tan solo hay que mirar la formación
del primer disco y ver quién ha grabado las siguientes entregas. Estos finlandeses
cuentan con las guitarras de Emppu Vuorinen de Nightwish y Jani Liitmatainen
de Sonata Arctica. Apuestan por un metal a medio camino del power melódico actual
más un toque de hard rock que se queda más en el intento que otra cosa.

Difícilmente creo que Altaria sean capaces de sorprender a cualquier consumidor
de power metal de corte europeo, pese a que es innegable que han conseguido
algún buen momento en canciones como “History Of A Time To Come”, la inicial
“Unicorn” o “Innocent”. Buenos estribillos y una voz correcta para el estilo
como es la de Jouni Nikula, que por cierto, hace poco ha dejado al grupo. El
medio tiempo “Wrath Of Warchild” recuerda bastante a las composiciones de Sonata
Arctica muy a pesar que queda por debajo de lo que acostumbran a ofrecernos
los chicos de Tony Kakko. El tratamiento que le han dado al teclado de Liimatainen
es clave en el sonido pues, sin tener ningún tipo de protagonismo solista, apoya
bien a las composiciones y les da el toque ochentero. Cabe reconocer que es
un disco que a las primeras escuchas puede llegar a parecerte un timo, pues
parece más de lo mismo, pero escucha tras escucha uno puede llegar a pillarle
el punto. El estribillo de “Raven Wing” cala y se engancha sin exceso de sacarina.
En “Fire & Ice” vas a encontrarte con otro buen estribillo aunque se puede
apreciar que la voz de Nikula tiembla en algunos agudos. Mejor le van las cosas
en “Immortal Desorder” que cuenta con un buen solo de guitarra y unos coros
grandilocuentes algo deslucidos por la producción. El problema básico de Altaria
radica en que, pese a trabajarse algún buen tema, al escucharse uno todo el
disco entero, le provoca una sensación de linealidad y de repetición constante.
Hay algún corte que parece exactamente igual al anterior. Incluso la balada
final “Emerald Eye” recuerda horrores al “Forever” de Stratovarius.

Joven banda, capaz de facturar un buen trabajo con reputados músicos de la
escena escandinava. Espero que el proyecto continúe adelante pese a que un servidor
parece que ya ha visto esta película y me parece bastante obvio el cómo va a
discurrir el futuro de estos voluntariosos escandinavos. Un apretón de tuerca
en el estudio sería más que necesario al par de exBlindside para facturar un
disco que suene más fresco y no tan monótono. Quizá acaben triunfando, pero
dudo mucho que sea con un disco como este.