Uriah Heep: Into the Wild

Cuánta clase desprenden los Uriah Heep actuales… Bueno, tampoco es ninguna novedad, pero sorprende que tras tantas décadas (más de cuatro) de trayectoria, todavía sigan grabando discos y paseando su legendario directo con maestría. Sus anteriores “Sonic Origami” y “Wake the Slepper, espaciados por un largo periodo de una década, ya eran ejemplos de cómo pasear las canas y de ser capaces de ofrecer algo mejor de lo que nos han llegado a ofrecer coetáneos suyos como Scorpions o Dee Purple. A pesar de las muchas bajas que ha sufrido el grupo a lo largo de su trayectoria y de que todavía siguen arrastrando el cartelito de hermanos pobres de Deep Purple, sólo hay que escuchar este disco para ver que mantienen un nivel excepcional.

La combinación de la guitarra de Mick Box, la voz de Bernie Shaw y el teclado de Phil Lazon siguen manteniendo toda la magia de antaño. La colección de temas es a cada cual mejor, desde la zeppeliana “Nailed on the Head”, pasando por un “I Can See You” que bebe del “Hocus Pocus” de Focus o la grandísima balada “Trial of Diamonds” (el tema del disco, con esos coros épicos marca de la casa). A pesar de que hay claros y obvios guiños a su etapa dorada de los 70, el grupo suena menos hippie y más hard rockero. “Southern Star” es el perfecto ejemplo de que el grupo sabe transitar por el siglo XXI manteniendo las credenciales de antaño, con esos coros, ese Hammond juguetón y esa acústica por parte de Box.

Genial es también el estribillo de “Believe”, con un Shaw que sube de agudos y una combinación guitarra-teclado excepcional. “Lost” mantiene el tipo y destaca por el teclado añejo de Lazon. Mejoran las cosas en “T-Bird Angel”, corte templado, muy melódico y con unos coros muy presentes. Se despiden con “Kiss of Freedom” con otro estribillo inmaculado a medio tiempo. Gran álbum.

Otro discazo más para Uriah Heep, y van ya más de 20. Era complicado superar a sus dos anteriores obras, pero podemos afirmar que está a la altura, y eso ya es decir mucho. Estos temas pueden lucir de maravilla en directo junto a sus clásicos atemporales. Definitivamente esta banda es una de las más injustamente infravaloradas de la historia. Siempre merecieron mejor suerte, pero a día de hoy siguen siendo una delicatesen a degustar por una selecta minoría. Si todavía no conoces el legado de este grupo, lánzate a por cualquier recopilatorio… y luego hazte con este “Into the Wild”, verás como toda la magia sigue intacta.