Stratovarius: Infinite – Intermission

Bonitos tiempos fueron los que el power metal estaba en la cúspide de la ola. Cuando Gamma Ray, Blind Guardian y Stratovarius llenaban capacidades de más de 2000 personas en nuestras tierras y había sold outs en toda Europa. Cuando en el año 2000 se publicó este disco la banda de Timo Tolkki arrasaba y su cordura no le había jugado todavía malas pasadas. Luego vendrían los “Elements” y la magia se esfumó. El grupo poseía un line up espectacular en esos tiempos y “Infinite” no superaba a los anteriores discos, pero si que mantenía elevado el listón y ofrecía una cara más madura, menos compleja, más accesible… Tolkki dedicaba bellas letras a la madre naturaleza y la portada era incluso de todo un Derek Riggs. Doce años más tarde Ear Music reedita este disco y lo acompaña con ese “Intermission” que pasó desapercibido. Un disco de caras B, versiones y rarezas varias.

De entrada los temas añadidos no son ninguna novedad para los fans de la banda pues aparecieron en singles y en ediciones limitadas. “Why Are We Here” es un correcto tema que bien podría haber tenido cabido en “Infinite”. Las versiones de “Freedom” y “Neon Light Child” tampoco suponen algo realmente apetitoso. La primera la podemos encontrar en el single de “Hunting High and Low”. De “Infinite” destacar sobretodo las clásicas “Hunting High and Low”, “Millennium” y “Phoenix”. Cortes pegadizos, puramente Stratovarius, pero que a mi modo de ver las cosas palidecen frente a todo el material anterior de esta banda. Más interesantes son las baladas y medios tiempos “A Million Light Years Away” y sobretodo una que pasó casi desapercibida: “Celestial Dream”. Una maravilla a descubrir todavía por muchos fans de la banda. “Infinity” es la pieza extensa, el culmen del disco, y “Freedom” otra de las piezas maestras que quedó en el olvido.

“Intermission” es un disco-refrito con un poco de todo. Versiones de Rainbow en directo “I Surrender”, temas grabados para discos tributo: “Bloodstone” de Judas Priest o “Kill the King” (para un tributo a Dio). Hay muchos temas que aparecieron en singles y caras B. ¡Incluso han hecho desaparecer “Why Are We Here?” para ponerla en el otro disco! Un poco patillero… Hay temas que funcionan muy bien como la melódica “Will My Soul Ever Rest in Peace” o la pegadiza “Its a Mistery”. Dominan en este disco los medios tiempos y baladas a pesar que hay alguna cabalgada marca de la casa como “The Curtains Are Falling”. La inspiración y la calidad no brillaban especialmente en estos temas, y esa misma tónica marcaría los posteriores “Elements”, principio del fin para el grupo y para la salud mental de Tolkki. ¿La mejor de todas? Sin lugar a dudas “Cold Winter Nights”.

El problema de esta reedición es que los booklets han desaparecido. Todas las fotos, notas y demás no están. Las de “infinite” no eran para tirar cohetes, pero uno de los aciertos era el cuidado libreto de “Intermission”. Ha sido todo un placer volver a escuchar estos dos discos después de tanto tiempo y ver a un grupo en lo alto, si bien se preparaban ya para aterrizar y explotar de la forma más absurda, cómica y Spinal Tap que se recuerda. ¿Alguien recuerda todavía esas fotos de Tolkki baado en sangre, declaraciones sobre Hitler, meadas del teclista sobre su guitarrista o el presunto intento de apuñalamiento que sufrió Tolkki en tierras andaluzas? Ni el mejor guionista hubiese imaginado un final tan absurdo para un grupo que llegó a brillar de forma rutilante. Hoy en día siguen su camino sin Tolkki, y ya nunca nada volverá a ser lo mismo. Cuidado, la nota es por la precaria y pobre reedición, el primer disco supera el 8 con creces…