Frames: In Via

Entre la cantidad de bandas que practican post-rock en la actualidad (en España tenemos unas cuantas y bastante buenas) nos encontramos a los alemanes FRAMES. Debo reconocer que su nombre era desconocido para mí hasta que no los vi en el anuncio de la gira de Anneke, en la que ellos y KILL FERELI van como teloneros. De hecho, la propia vocalista confesaba al hablar de ellos que los conoció a través de Youtube.

Eso demuestra el poder que tienen hoy en día las tecnologías, y con ‘In Via’, su segunda obra, van a patearse buena parte de Europa ampliando horizontes y captando nuevos oyentes con su música. De primeras no pensé que fueran a tener este sonido compartiendo escenario con la bella cantante, y quizá por ese efecto sorpresa me han llamado más la atención. Sus composiciones se centran en buscar la melodía perfecta para intentar teletransportarte y que te abstraigas de todo durante la hora que dura el álbum. La ‘Entrance’ no hace sino calmar al oyente para llevarlo al punto de partida, ‘Departure’, que si bien empieza con unos riffs potentes (pero repito, muy melódicos), pronto da paso a que el teclado marque el ritmo y la pauta a seguir. Una montaña rusa que evoca todo tipo de emociones y se ven continuadas en ‘Encounter’, con un subidón simple y efectivo del bombo de la batería adornado y arropado por el resto de instrumentos.

Un pequeño interludio de Calm Wisdom  en ‘Calm Wisdom’ aporta la calma necesaria para una relajada ‘Stir’ y volver a los cambios constantes en ‘Reflections’. ‘Eris’ tiene una atmósfera mucho más oscura y melancólica, cerrando con las partes más contundentes de todo el disco junto a algunas de ‘End of a Decade’. Completan el álbum ‘Don»t Stay Here’, con una estructura más típica, y ‘Coda’, que más bien parece una outro prolongada para cerrar el trabajo. El auge de este estilo ha venido con bandas como SIGUR ROS, PELICAN o MONO, que han abierto la senda a que vengan tantos otros por detrás. FRAMES se ponen en esa fila con un segundo disco que promete bastante, por mucho que les falte para llegar a la talla (y popularidad) de los mencionados. Lo peor que podría pasar es que se quedara en una moda pasajera, como ocurre con tantas otras, y que de repente la gente se olvide de este tipo de bandas.