Trauma: Imperfect Like A God

Por mucho que lo piense no consigo dar con la solución, ¿Cómo puede ser que
Polonia exporte tantas bandas de death metal?, ¿Será acaso que nada más nacer
les obligan a escuchar el “Altars of madness” del ángel mórbido 37 veces seguidas
para encaminarlos por la senda adecuada? Váyase usted a saber, yo sigo sin salir
de mi asombro.

En el caso que nos ocupa, se da la siguiente paradoja; el disco posee todos
y cada uno de los elementos que caracterizan al death metal actual de corte
más bruto llevados a su enésima potencia, ( escuela BEHEMOTH, KRISIUN, HATE
ETERNAL y demás) sin embargo nada de ello consigue que sepa distinguir o diferenciar
algo de este Lp respecto a lo escuchado en las últimas entregas de cualquiera
de las bandas citadas, y eso estimados amigos, no es bueno.

De acuerdo que el death metal es de por sí un estilo cerrado y poco dado a
extrañas incursiones musicales (aunque de tanto en cuanto se den casos tan curiosos
como alentadores), pero todo esto no quita que el concepto de canción deba prevalecer
por encima de la necesidad a toda costa de seguir a rajatabla los parámetros
de brutalidad o velocidad, no sé si me explico. Muchas veces solemos criticar
(Me doy por aludido) a ciertos sectores metaleros bastante obtusos y poco exigentes,
pero cada vez estoy más convencido de que dentro del death metal más brutal
existe un sector importante de gente que tan solo busca que el disco en cuestión
suene brutal a toda costa, nada más.        

Todo esto nos lleva a redefinir lo que es, o lo que en su día se dijo que era,
el death metal. Yo no tengo nada en contra de conceptos tales como brutalidad
o técnica, pero ante trabajos como este “Imperfect god” uno se queda bastante
impasivo, por muy bien desarrollados que estén ambos conceptos. Todo lo que
estoy escuchado me suena haberlo oido ya con anterioridad en un sinfín de ocasiones.

TRAUMA saben tocar, y muy bien por cierto, pero creo que para destacar por
encima del resto se necesita algo más que ser muy rápidos, muy técnicos y muy
brutales.

Como decía en una de sus más recientes reseñas nuestro bienamado Julkarn, quizá
es en esta ocasión cuando deberíamos recurrir a los tópicos fanzineros que tanto
gustaban tiempos atrás, ya saben “Este disco es tan bruto e infernal que vas
a acabar echando pedos por las fosas nasales y espuma por el esfínter”, pero
no creo que eso ayude en nada a la descripción de un disco, todo lo contrario,
más bien creo que es el recurso propio de quién no sabe muy bien que decir.

Realmente no sé si es que estoy cansado de este tipo de productos o sencillamente
el estilo está ya de por sí tan saturado que a nadie se le ocurre añadir una
mínima variación sobre la premisa musical básica de cara a satisfacer las exigencias
de los que creemos que cuando llevas escuchados 54954 discos prácticamente idénticos,
terminas por cansarte.

“Imperfect god” gustará casi seguro a los fans del género, no me cabe la menor
duda puesto que posee todos los elementos que de un trabajo así sus fans esperan,
pero habría que preguntarse si no deberíamos ser algo más exigentes con ciertas
bandas y ciertos estilos.

Como solía decir un viejo redactor de una no menos vieja revista; solo para
acérrimos, o mejor dicho, muy acérrimos. Yo por si las moscas, volveré a escuchar
el debut de mis idolatrados ángeles mórbidos, no sea que acabe por confundir
la copia del original.